En el vasto y majestuoso paisaje de la Patagonia, una especie emblemática, el huemul (Hippocamelus bisulcus), lucha contra la extinción. En conmemoración del Día Internacional del Huemul, que se celebra cada 5 de agosto, se busca honrar a esta especie y crear conciencia sobre su preservación.
En ese marco un proyecto en la Patagonia Chilena brinda esperanza al demostrar que es posible recuperar las poblaciones de esta especie.
A pesar de su valor ecológico y cultural, el huemul se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva y la competencia con el ganado doméstico.
Actualmente, se estima que quedan alrededor de 1.500 huemules maduros: aproximadamente 1.000 en Chile y unos 400 a 500 en Argentina, representando tan solo el 1% de la población histórica estimada.
Sin embargo, hay esperanza de poder revertir esta situación gracias al proyecto llevado a cabo en la Reserva Biológica Huilo Huilo. Desde hace casi dos décadas, Rodolfo Cortés, director ejecutivo de la Fundación Huilo Huilo, lidera un equipo que se propuso conservar este lugar único y restaurar el ecosistema que alguna vez albergó a los huemules en esa zona.
El enfoque del proyecto se centró en la recuperación del ecosistema, considerando al huemul como una especie paraguas. Esto implica que, al proteger y conservar al huemul, se beneficiaban también otras especies que compartían su hábitat. Además, el proyecto promovió el turismo sustentable y generó conciencia sobre la delicada situación del ciervo patagónico, brindando apoyo a las comunidades locales.
Aunque inicialmente el manejo en cautiverio planteó desafíos, el equipo logró trasladar a los huemules y proporcionarles espacios de semi cautiverio donde pudieron vivir en condiciones lo más naturales posible.
“La verdad es que no solo se pensaba que el manejo en cautiverio no era posible, sino que prácticamente, a cada paso que dábamos, se nos hablaba de que es imposible o muy difícil”, recuerda Cortés. Sin embargo, los resultados fueron alentadores: los huemules se reprodujeron exitosamente en cautiverio.
Otro hito significativo fue la liberación y reintroducción de los huemules en su hábitat natural. A pesar de los desafíos, Cortés celebra que “hoy tenemos dos núcleos familiares completos viviendo en vida silvestre”.
Rodolfo Cortés enfatiza que este proyecto ha desafiado paradigmas y ha demostrado que la conservación del huemul es posible. “Es una herramienta que puede replicarse en distintas partes del mundo, tanto en Chile como en Argentina. Por lo tanto, si imitamos estos distintos centros de reproducción a lo largo de la cordillera de los Andes, vamos a repoblar los Andes de huemules”.
La divulgación y concientización también desempeñaron un papel fundamental en el proyecto. Desde el primer Congreso Internacional de Ciervos en Huilo Huilo hasta campañas de difusión, se buscó sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de proteger la especie y su hábitat.
La participación activa de las comunidades locales fue clave en el proceso. A través de programas de educación ambiental, los habitantes internalizaron la importancia de proteger a los huemules y, además, desarrollaron productos artesanales relacionados con el huemul, fomentando su cuidado e incorporándolo como parte de su identidad cultural.
Gracias a esta iniciativa, el huemul ha encontrado una oportunidad para recuperar su lugar en los Andes. El proyecto muestra un ejemplo de conservación y un hito en la protección de esta emblemática especie en la Patagonia y más allá.
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