El calor intenso se apoderó de amplias zonas del hemisferio norte. Son tres los continentes que están enfrentando olas de calor con temperaturas extremas: el norte de América, Europa y Asia.
La situación hizo que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) resaltara que es urgente que se reduzcan las emisiones de gases de invernadero a la atmósfera porque son las culpables de aumentar las temperaturas del planeta, que a su vez incrementan la frecuencia de olas de calor.
Se espera que las temperaturas extremas actuales duren al menos hasta hoy 20 de julio, antes de que una masa de aire ligeramente menos cálido se desplace desde el norte. Sin embargo, este alivio puede durar poco, ya que se prevé otro período de calor extremo entre el 23 y 25 de julio, según avisó el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Mediano Plazo.
“Las condiciones meteorológicas extremas -un fenómeno cada vez más frecuente en nuestro clima en calentamiento- están teniendo importantes repercusiones en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura y los suministros de energía y agua. Esto subraya la urgencia cada vez mayor de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo más rápida y profundamente posible”, afirmó el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas.
En Europa, gran parte de Italia está sumida en el calor, con temperaturas que se espera alcancen los 40 grados centígrados en el centro y el sur del país. También las altas temperaturas y los fuertes vientos han provocado incendios forestales en ciudades costeras de Grecia, las Islas Canarias y un pueblo costero de Croacia.
En Atenas, se registraron picos de 45°C y el gobierno anunció que los sitios arqueológicos, incluida la Acrópolis, permanecerán cerrados durante las horas más calurosas del día debido a una nueva ola de calor.
Un tercio del territorio de España se encuentra en riesgo muy extremo de incendio debido a la ola de calor que vive Europa y la sequía, según Copernicus, el servicio de manejo de emergencias de la Unión Europea.
Las temperaturas sofocantes también han llegado a China y Oriente Medio, donde el índice de calor ha alcanzado niveles que ponen en peligro la vida. Ese índice mide el calor que hace en el exterior teniendo en cuenta la temperatura y la humedad. En Irán, el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico experimentó el pasado domingo un calor histórico de 66,7°C, registrado al mediodía.
En tanto, casi dos docenas de grandes ciudades de los Estados Unidos, desde Las Vegas (Nevada) hasta Austin (Texas) y Miami (Florida), ya se pronostican niveles peligrosos de calor diario durante la próxima semana.
Durante la semana próxima, la gran mayoría del territorio continental de Estados Unidos se enfrentará al menos a un ligero riesgo de calor excesivo, según informó el Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional. Se prevén riesgos mayores en algunas zonas del suroeste y el medio oeste.
Hace menos de dos semanas que el planeta Tierra registró los días más calurosos de su historia moderna, y la ola de calor extrema aún está azotando a gran parte del hemisferio norte.
Las temperaturas en América del Norte, partes de Asia y en todo el norte de África y el Mediterráneo han estado por encima de los 40°C durante un número prolongado de días esta semana.
Este tipo de fenómenos, las olas de calor, son muy preocupantes por sus impactos tanto en la salud humana y animal como en las consecuencias sociales y económicas, y se han multiplicado por seis desde los años ochenta, según advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los expertos explicaron que las temperaturas récord que se están registrando en julio se deben a las emisiones de gases que atrapan el calor, que son causadas principalmente por la quema de combustibles fósiles (como petróleo, gas, y carbón).
También ya están dadas las condiciones para que se desarrolle el fenómeno de El Niño, un patrón meteorológico cíclico, que aumenta las temperaturas de océano Pacífico y pueden aumentar el riesgo de que se produzcan sequías e inundaciones en diferentes regiones del planeta.
El doctor Karsten Haustein, del Centro de Servicios Climáticos de Alemania, comentó qué se sabe sobre por qué están ocurriendo las olas de calor en el hemisferio Norte: “La región del Atlántico Norte es especialmente cálida (de hecho, un récord de calor por un amplio margen). En parte se debe a la debilidad de la alta de las Azores y de los vientos alisios asociados, que han reducido la producción de polvo en el norte de África. Como reacción, las aguas oceánicas pueden calentarse más de lo habitual”.
El experto detalló que “no está claro si el fenómeno de El Niño es o no el culpable de la débil alta de las Azores, pero podría haber desempeñado un papel (debido a los llamados patrones de teleconexión global en la atmósfera)”.
Otro factor que se debate “es el impacto de la reducción de las emisiones de los barcos debido al cambio de normativa en 2020. La disminución de los aerosoles refrigerantes procedentes de los buques podría haber contribuido a acelerar temporalmente el calentamiento. Esto también es cierto en el Pacífico Norte, mientras que El Niño está calentando el Pacífico central”.
Por supuesto -resaltó Karsten- el principal impulsor del calentamiento récord es el cambio climático inducido por el ser humano, con temperaturas terrestres que alcanzan valores récord en varios lugares como consecuencia inevitable”. Y agregó: “Cuanto más cálida es la temperatura media mundial, más intensas -y, por tanto, más largas- se vuelven las olas de calor”.
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