En junio pasado se registraron las temperaturas más altas jamás detectadas en ese mes desde que se tienen registros meteorológicos: 0,5 grados por encima del promedio entre 1991 y 2020 y supera ampliamente el último récord de junio de 2019, según informó este jueves el proyecto europeo Copernicus.
El Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus precisó que las temperaturas de junio de 2023 alcanzaron niveles máximos en el noroeste de Europa, parte de Canadá, Estados Unidos, México, Asia y el oriente de Australia, de acuerdo a información recogida por la agencia de noticias EFE.
Por el contrario, las temperaturas fueron más bajas de lo habitual en Australia occidental, la Costa Oeste de Estados Unidos y el Rusia oriental.
Copernicus también aseguró que las temperaturas de los océanos presentaron niveles récord en junio con “temperaturas anómalas” en el Atlántico Norte, provocadas “por una combinación de una circulación anómala a corto plazo en la atmósfera y cambios del océano a largo plazo”.
“Como parte de su función de monitoreo, C3S también ha estado siguiendo de cerca los cambios en las temperaturas de los océanos, tanto relacionados con el desarrollo de El Niño como con las altas temperaturas excepcionales en el océano Atlántico norte”, afirmó el proyecto en un comunicado.
“Durante mayo de 2023, las temperaturas de la superficie del mar en todo el mundo fueron más altas que en cualquier mes de mayo anterior, una tendencia que continuó hasta junio, y el océano mundial experimentó temperaturas de la superficie del mar más altas que en cualquier junio anterior registrado”, continúa el texto.
Copernicus agregó que se vieron olas de calor marinas extremas cerca de Irlanda, el Reino Unido y en el mar Báltico. Además, sostiene que el fenómeno de El Niño se fortaleció en la zona del Pacífico oriental tropical.
Según el director del proyecto coordinado y gestionado por la Comisión Europea, Carlo Buontempo, “estas condiciones excepcionales en el Atlántico Norte ponen de relieve la complejidad del sistema terrestre” y hacen hincapié en la importancia de cuidar el clima global “casi en tiempo real”.
“La interacción entre las variaciones locales y globales junto con las tendencias climáticas son esenciales para gestionar mejor los riesgos y diseñar políticas eficientes de adaptación”, indicó Buontempo en un comunicado, de acuerdo a EFE.
De igual forma, junio de 2023 fue más húmedo en promedio en la mayor parte del sur de Europa, Islandia occidental y el noroeste de Rusia. Por el contrario, fue más seco que la media en gran parte de Norteamérica y se hallaron circunstancias que ayudaron a la propagación de incendios en Rusia, el Cuerno de África, la mayor parte de Sudáfrica, Sudamérica y regiones de la Australia extratropical.
Por otro lado, se cree que los martes y miércoles de esta semana fueron los días más calurosos en la Tierra desde que se iniciaron los registros en 1979, con una temperatura promedio global que llegó a los 17,18 grados Celsius, según datos de los Centros Nacionales de Predicción Medioambiental de Estados Unidos.
Los expertos sostienen que fueron los días de más altas temperaturas en el planeta en alrededor de 125.000 años, provocado en parte por el cambio climático, el regreso del patrón de El Niño y el inicio del verano en el hemisferio norte.
La temperatura media global del aire fue calculada por un modelo que utiliza datos de estaciones meteorológicas, barcos, boyas oceánicas y satélites, explicó Paulo Ceppi, científico del clima del Instituto Grantham de Londres, al medio estadounidense The Washington Post.
Por su parte, el director del grupo de Dinámicas del Clima del Departamento de Física Atmosférica, Oceánica y Planetaria de la Universidad de Oxford, Myles Allen, declaró en una entrevista con The Washington Post que el día más caluroso tendrá lugar “cuando el calentamiento global, El Niño y el ciclo anual se alineen. Es decir, en los próximos dos meses”. “Es un triple golpe”, alertó.
“De cara al futuro, podemos esperar que el calentamiento global continúe y, por tanto, que se batan récords de temperatura cada vez con más frecuencia, a menos que actuemos rápidamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto”, concluyó Ceppi.
(Con información de EFE)
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