Descubren que los nanoplásticos pueden cambiar el comportamiento en los embriones de los peces

Lo detectaron científicos de Alemania al estudiar al pez cebra. Esas partículas provienen de botellas y bolsas. Por qué es una señal de advertencia para la salud humana y de otras especies de seres vivos

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El 10% de las 368 millones de toneladas de plásticos que se usaron en todo el mundo en 2019 terminó en el océano. Las ciencias investigan el impacto sobre los ecosistemas (Getty Images)
El 10% de las 368 millones de toneladas de plásticos que se usaron en todo el mundo en 2019 terminó en el océano. Las ciencias investigan el impacto sobre los ecosistemas (Getty Images)

Está en bolsas, botellas, tapitas, y otros objetos que se descartan y se tiran a la basura. Luego, el plástico que forma parte de esos objetos se descompone para formar microplásticos y, a escalas aún más pequeñas, nanoplásticos.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Leipzig, en Alemania, descubrió cuáles son los efectos de nanoplásticos en embriones de pez cebra. Se trata de un pez que está emparentado con las carpas y los barbos y es originario del sudeste asiático. Es de uso frecuente en acuarios y como modelo de experimentación en la investigación científica.

Los investigadores de Alemania descubrieron que las diminutas partículas de plástico, es decir, los nanoplásticos, se acumulaban en varios órganos de esos animales, como el hígado, el intestino, el riñón y el cerebro.

Un estudio en Alemani permitió conocer los efectos negativos que pueden tener las diminutas partículas de nanoplástico PET en el metabolismo y el desarrollo de un organismo como el pez cebra
Un estudio en Alemani permitió conocer los efectos negativos que pueden tener las diminutas partículas de nanoplástico PET en el metabolismo y el desarrollo de un organismo como el pez cebra

Además, los nanoplásticos causaron anomalías de comportamiento en los embriones, ya que se observaron menos movimientos.

Hasta hace poco, la investigación científica se ha centrado más en los microplásticos que en los nanoplásticos. Por lo cual, el impacto de los nanoplásticos en el ambiente y la salud humana no está clara. Pero los estudios sobre nanoplásticos son parte de un campo que evoluciona muy rápidamente.

Actualmente se están desarrollando nuevas técnicas y métodos para detectar, identificar y analizar los nanoplásticos y sus repercusiones, tanto en el ambiente como en los organismos. Porque hay datos contundentes. En 2019, se produjeron aproximadamente 368 millones de toneladas de plásticos en todo el mundo, pero solo se recicló entre el 6% y el 26% y alrededor del 10% acabó finalmente en el océano.

Los nanoplásticos son partículas que se han detectado en el agua potable, los alimentos e incluso el aire. Los seres humanos y los animales pueden absorber los nanoplásticos a través de los alimentos y el agua. Existe la preocupación de que los microplásticos puedan acumularse en el organismo con el tiempo.

Los científicos de la Universidad de Leipzig se centraron en los nanoplásticos de tereftalato de polietileno (PET). Se usa para fabricar bolsas de plástico y prácticos envases para alimentos y bebidas. Poco se sabe hasta ahora de los efectos nocivos de los nanoplásticos de PET.

Los nanoplásticos, que afectan a los peces cebra, son partículas que se han detectado en el agua potable, los alimentos e incluso el aire. También podrían ser absorbidos por los seres humanos
Los nanoplásticos, que afectan a los peces cebra, son partículas que se han detectado en el agua potable, los alimentos e incluso el aire. También podrían ser absorbidos por los seres humanos

“Nuestro estudio proporciona la primera visión de las vías de toxicidad inducidas por los nanoplásticos PET y los mecanismos dañinos subyacentes en larvas intactas de pez cebra”, explicó la doctora Alia Matysik, autora del estudio y científica del Instituto de Física Médica y Biofísica de la Facultad de Medicina. Los resultados se publican ahora en la revista Scientific Reports.

“Descubrimos que la función hepática estaba significativamente dañada y que había estrés oxidativo. Los nanoplásticos de PET también afectan a la membrana celular y la energía de los organismos vivos”, agregó.

Para estudiar los embriones de pez cebra se utilizó la espectroscopía por HRMAS que no es invasiva y permite analizar sólidos y materia blanda. Ese método científico tiene la ventaja de poder observar la materia desde el exterior sin, por ejemplo, tener que dañar tejidos o introducir instrumentos en el cuerpo.

El estudio combinó la investigación sobre el metabolismo de las células y tejidos del pez cebra, con ensayos celulares y pruebas de comportamiento.

“Utilizamos métodos analíticos de última generación para obtener una comprensión exhaustiva a nivel de sistema de las vías metabólicas afectadas por los nanoplásticos PET. Pudimos observar cómo la acumulación de PET altera la bioquímica de un organismo”, comentó la doctora Matysik.

Según los expertos de Alemania, los resultados sobre los cambios en el comportamiento de los embriones de pez advierten sobre los efectos adversos de los nanoplásticos de PET en otras especies/Archivo
Según los expertos de Alemania, los resultados sobre los cambios en el comportamiento de los embriones de pez advierten sobre los efectos adversos de los nanoplásticos de PET en otras especies/Archivo

“Este hallazgo de la investigación pone de relieve los efectos adversos de los nanoplásticos de PET, que se han observado en embriones de pez cebra y también pueden tener un papel en mamíferos y seres humanos”, resaltó Jörg Matysik, del Instituto de Química Analítica, que participó en el estudio.

“Aunque todavía no tenemos una respuesta clara a esta pregunta, ahora es seguro suponer que los nanoplásticos de PET están perturbando nuestros ecosistemas. En cualquier caso, debe evitarse que los plásticos entren en el ambiente. Presumiblemente, evitar esta forma de residuos será el gran reto del futuro próximo”, advirtió el profesor

Los científicos de la Universidad de Leipzig tienen previsto seguir investigando ell tema, así como los efectos de los nanoplásticos en la función cerebral.

“Ya estamos viendo que los nanoplásticos PET se acumulan en el cerebro. Ahora queremos averiguar si esto repercute en la función cerebral y las enfermedades neurodegenerativas”, adelantó Matysik.

Recientemente, científicos del Reino Unido y Australia describieron una enfermedad causada exclusivamente por la ingesta de plástico. La llamaron plasticosis y la encontraron en una especie de ave marina, pero podría ser la punta del iceberg. La enfermedad podría estar más extendida e incluso no se descarta la posibilidad de que afecte también a los seres humanos.

Científicos del Reino Unido y Australia describieron la enfermedad de la plasticosis a partir de lo que encontraron en el ave pardela paticlara o pardela negruzca (James Bailey)
Científicos del Reino Unido y Australia describieron la enfermedad de la plasticosis a partir de lo que encontraron en el ave pardela paticlara o pardela negruzca (James Bailey)

Los científicos describieron que los individuos afectados por plasticosis presentan cicatrices en el tubo digestivo, que se generan tras la ingestión de residuos. Se trata del primer caso registrado de fibrosis inducida específicamente por plástico en animales salvajes, afirmaron los investigadores.

Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Journal of Hazardous Materials. Según el estudio, la contaminación por plásticos es cada vez más frecuente. Las cicatrices en la población de aves estudiadas se han extendido a ejemplares de distintas edades.

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