Al igual que se dejan huellas al caminar sobre la arena, la huella de carbono se refiere al hecho de que todos los seres humanos dejan su marca en el medio ambiente. Este impacto se mide calculando el total de emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
“Todos tenemos una huella de carbono”, explicó a National Geographic Sebastián Galbusera, ingeniero industrial especializado en la mitigación del cambio climático, que trabaja en el Proyecto de Medio Ambiente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
Según Galbusera, la huella puede ser negativa cuando las actividades de las personas emiten más gases de los que absorben, o positiva, cuando sucede lo contrario.
Pero no se puede escapar de tener una huella. “Solo por estar vivos generamos un impacto en nuestro entorno”, aseguró Daniela Gómez de la Maza, bióloga mexicana, cofundadora y directora de la aplicación Widu, una herramienta que mide la huella de carbono individual y ofrece acciones y soluciones para reducirla.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) estima que una persona promedio emite 9,34 toneladas de CO² al año.
Las actividades que más contribuyen a este resultado, según la plataforma de la CMNUCC, son la elección de los medios de transporte, el consumo de energía y los hábitos de consumo.
¿Por qué reducirla?
Para Gómez de la Maza, los esfuerzos individuales para reducir la huella de carbono marcan la diferencia porque los simples hábitos de consumo pueden influir en el medio ambiente.
“No se trata solo de reducir nuestra huella de carbono personal, sino de vivir de forma más consciente con el planeta. Tenemos un poder increíble para unirnos y cambiar el sistema”, afirmó la bióloga.
De acuerdo con Gómez de la Maza, Galbusera dice que “si cambiamos la demanda, podemos influir en toda la cadena hacia caminos más verdes”.
National Geographic consultó a los expertos y reunió algunos consejos eficaces para disminuir el impacto medioambiental en casa y durante la jornada laboral:
1. Ahorrar energía
Según los expertos, tomar medidas para reducir el consumo de energía es una de las formas más eficaces de disminuir la huella de carbono personal. Según Gómez de la Maza, de las emisiones globales el 73% equivalen a la generación de energía.
Por ello, acciones que van desde apagar la luz al salir de una habitación, desenchufar los aparatos electrónicos que no se utilizan y cambiar las bombillas incandescentes por las de LED son algunos de los consejos.
La bióloga también mencionó que, si es posible, se recomienda utilizar fuentes de energía más limpias, como la energía solar. “Instalar paneles solares o calentadores de agua solares son buenas medidas”.
2. Optar por medios de transporte ecológicos
Otra de las formas más eficaces para reducir la huella de carbono es utilizar medios de transporte considerados más limpios en comparación con los vehículos individuales (automóviles) propulsados por gasolina o biocombustibles.
“Es preferible el uso del transporte colectivo o de medios de desplazamiento que sean de emisión cero, como la bicicleta o los desplazamientos a pie”, indicó Galbusera.
Los automóviles eléctricos también contribuyen a reducir la huella de carbono. Pero teniendo en cuenta el gasto energético y la producción de este tipo de vehículos, Gómez de la Maza no considera que sean buenas opciones.
“Un automóvil eléctrico sigue teniendo un alto impacto medioambiental debido a las baterías de litio que necesitan para funcionar y que son muy difíciles de reciclar”, afirmó.
3. Reciclar
Reciclar parte de los residuos puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la eliminación incorrecta de los mismos. “Al descomponerse, varios materiales emiten carbono. También está el hecho de que algunos objetos que utilizamos en la vida cotidiana tardan años en descomponerse y causan más daños al medio ambiente”.
Según Gómez de la Maza, los envases de plástico y los residuos peligrosos, como pilas y bombillas, productos químicos, pañales y compresas, son algunos de los objetos que más repercuten en la huella de carbono si se reciclan.
También, en relación con el reciclaje, la reutilización de los residuos orgánicos es una gran medida para reducir las emisiones de carbono. “Los residuos orgánicos, como los restos de comida, liberan gases como el metano, que es un gas de efecto invernadero muy fuerte”, explicó Galbusera.
Si se reciclan, a través del compostaje, los residuos orgánicos “generan un gran impacto positivo, ya que devuelven nutrientes al suelo y ayudan a combatir la desertización y el cambio climático”, detalló el ingeniero.
4. Reducir
“Reciclar ayuda mucho, pero no tener qué reciclar ayuda aún más”, destacó Gómez de la Maza. Para ella, el mejor escenario para disminuir la huella de carbono personal es reducir el consumo de ciertos productos, lo que generaría menos residuos.
”El plástico, por ejemplo, incluso cuando se recicla se descompone en partículas más pequeñas, como los microplásticos, que causan mucho daño al medio ambiente e incluso a la salud de las personas”, advirtió la bióloga.
Galbusera complementó la recomendación y explicó que al reducir el consumo de productos contaminantes (como los plásticos de un solo uso), también se limita su producción.
“Dejar de fabricar una botella de plástico, por ejemplo, supondría dejar de emitir mucho más carbono que reciclar tras su uso”, aseveró el experto en cambio climático.
5. Consumir en comercios locales y conscientes
“Cuando consumimos cualquier producto o servicio, emitimos carbono. En otras palabras, cualquier elección que hagamos sobre lo que comemos o llevamos puesto repercute en el cálculo de nuestra huella de carbono”, dijo Gómez de la Maza.
Elegir consumir de empresas locales que valoran la sostenibilidad y la economía local ayuda a promover prácticas más sostenibles a lo largo de la cadena de producción.
“Ser más consciente a la hora de consumir productos, es decir, conocer el costo medioambiental de la fabricación de un determinado bien de consumo, hace que el consumidor pueda elegir y exigir comprar en lugares más respetuosos con el medio ambiente”, remarcó Galbusera.
6. Conocer tu huella de carbono
Si querés saber más sobre cuál es tu huella de carbono individual, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la CMNUCC, ofrece una calculadora de carbono.
La herramienta calcula las emisiones de tu hogar a partir de datos específicos del país en el que vivís y de información sobre tu uso de la energía en casa, cómo te movés y viajás y cuestiones relacionadas con tu estilo de vida, como cuáles son tus hábitos de alimentación.
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