Al menos 222 campamentos mineros ilegales están afectando 25 hectáreas del Parque Nacional Podocarpus en Ecuador. Las actividades ilegales al interior de ese parque protegido incluyen a la minería ilegal de oro y sus diversos sistemas de explotación como minería a cielo abierto y subterráneo; siendo este último el más utilizado a través de la perforación de túneles, según reveló un reciente informe, con base en datos satelitales, de la Fundación EcoCiencia.
El Parque Nacional Podocarpus es un área protegida ubicada entre las provincias de Zamora Chinchipe y Loja, al sur del país y atraviesa dos regiones naturales: la amazónica y la andina. Además, el Podocarpus se ha caracterizado por su biodiversidad y endemismo.
El Podocarpus es el hábitat de más de 600 especies de vertebrados, con más de 550 especies de aves y alrededor de 50 especies de mamíferos. En cuanto a su flora, hay 70 especies de árboles y 135 plantas vasculares que crecen en los páramos del parque.
Además, 40 especies de flora son exclusivas de esa zona que también alberga importantes bosques con 63 especies de orquídeas, de las cuales 25 tipos están en alguna categoría de amenaza o vulnerabilidad.
El informe indica que todas las especies del parque han sido afectadas por la deforestación, el uso de explosivos para la exploración minera, la remoción de material, el depósito de sedimentos y la contaminación de las aguas que atraviesan a esta área protegida.
La legislación ecuatoriana prohíbe cualquier actividad extractiva de recursos no renovables en áreas protegidas, por lo que la intromisión de más de 200 campamentos mineros es considerada una actividad ilegal.
A través de imágenes satelitales de alta resolución, los investigadores identificaron 22 sitios con actividad minera, que dan evidencia de que dicha actividad continúa en aumento en la actualidad, puesto que de esto ya se advirtió en el 2012.
En el informe, que abarca la actividad minera ilegal dentro del Podocarpus en los últimos dos años, explica la magnitud de la afectación a través de tres casos: Dos Camas, San Luis y La Aída.
En el primero, el de Dos Camas, por la tala y el depósito de sedimentos provenientes de estas actividades hay un impacto negativo de 4.7 hectáreas en la zona protegida. Según indica el reporte, en agosto de 2019, la afectación era de 0.1 hectáreas.
En el caso de San Luis, la ocupación de campamentos mineros ilegales pasó de 3.7 hectáreas en 2019 a 11 hectáreas en 2022. En cambio, en La Aída la afectación también aumentó y pasó de 4.3 hectáreas afectadas en el 2019 a 9 hectáreas en la actualidad.
En el informe de la fundación se indica que las personas que frecuentan el Parque Nacional Podocarpus han testificado sobre la construcción de los campamentos y túneles. Según se lee, los mineros ilegales se reúnen en el exterior del Podocarpus y luego caminan hasta los campamentos.
En diciembre del 2021, la Secretaría General de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Agencia Espacial de Colombia presentaron el estudio Diagnóstico Ambiental Andino que, entre sus conclusiones, indicó que uno de los principales problemas ambientales que afecta al Ecuador es la minería ilegal.
Pilar Zamora, directora de la Agencia Espacial de Colombia, que colaboró con el informe, explicó que: “Ecuador tiene grandes retos de cara a la democracia ambiental, es por eso que en nuestras recomendaciones indicamos que el país debe tener espacios de representación real y efectiva para sus pobladores, pues se han presentado problemáticas e iniciativas populares en torno a proyectos extractivos. Tiene una problemática que es la minería ilegal y este es un problema que se replica en la región”.
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