El jefe de la compañía petrolera de Emiratos Árabes Unidos fue designado este jueves presidente de la conferencia anual de la ONU sobre el clima prevista a fines de año en este país del Golfo, lo que suscitó críticas de los defensores del medio ambiente.
El ministro de Industria de Emiratos, presidente del gigante petrolero ADNOC (Abu Dhabi National Oil Company) y enviado especial para el cambio climático, Sultan Ahmed al Jaber, es el “presidente designado para la 28ª Conferencia de las Partes (COP28)”, informó el jueves un comunicado de la agencia oficial de noticias WAM.
Será la primera vez que el presidente de una empresa dirija los trabajos de la COP, que este año se celebrará en Dubái, entre noviembre y diciembre.
”Aportaremos un enfoque pragmático, realista y orientado a la búsqueda de soluciones”, declaró Sultan Ahmed al Jaber tras su designación.
”La acción climática representa una enorme oportunidad económica de inversión en un crecimiento sostenible. La financiación es la clave”, añadió el directivo.
Sultan Ahmed al Jaber dirige la compañía petrolera nacional de Emiratos desde 2016, y también Masdar, la empresa de energías renovables del país.
Su doble función le ha valido críticas de los ambientalistas. “El nombramiento de Sultan Ahmed al Jaber en la presidencia de la COP28, siendo presidente de la empresa petrolera nacional de Abu Dabi, supone un conflicto de intereses escandaloso”, comentó Harjeet Singh, de la organización Climate Action Network International.
“La amenaza constante de los lobistas de los combustibles fósiles en las negociaciones climáticas de la ONU ha debilitado siempre los resultados de las conferencias sobre el clima. Esta situación alcanza ahora un nivel peligroso y sin precedentes”, añadió.
El poder del cabildeo
Los cabilderos del petróleo y el gas fueron numerosos en la COP27 organizada el pasado noviembre en Egipto, y de hecho fueron un 25% más que en la cita anterior en Glasgow, según asociaciones ambientalistas.
El mayor contingente de lobistas eran precisamente los emiratíes, seguidos de los rusos.
La COP27 de Egipto permitió adoptar una resolución que dispone la creación de un fondo para cubrir los daños y pérdidas sufridos por los países más vulnerables al cambio climático, e históricamente menos responsables del mismo.
La COP27 no fijó sin embargo objetivos más ambiciosos en cuanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Igualmente no se fijó un objetivo de salida de los combustibles fósiles.
Emiratos Árabes Unidos, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, aboga por una salida progresiva de los hidrocarburos y se ha comprometido a alcanzar la neutralidad carbono en 2050.
El país ha tenido un crecimiento económico fulgurante desde los años 1970, gracias al petróleo, pero su economía se ha ido diversificando poco a poco.
”Limitar el calentamiento a 1,5 ºC [tal como fija el Acuerdo de París de 2015] requerirá reducciones significativas de las emisiones, un enfoque pragmático, práctico y realista de la transición energética y una ayuda mayor a las economías emergentes”, afirma el comunicado publicado este jueves.
El cambio climático es una cuestión sensible en los países del Golfo, donde las temperaturas suelen rozar los 50 grados en verano.
(con información de AFP)
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