El aumento de las temperaturas del océano batió otro récord en 2022 y proseguirán los cambios en los patrones de salinidad del agua, así como el incremento de la estratificación oceánica, es decir, la separación del agua en capas, reveló un estudio realizado por un grupo internacional de científicos.
Se trata del análisis de observaciones actualizadas de 16 institutos, entre ellos el Instituto de Física Atmosférica (IAP) de China y de los Centros Nacionales de Información Medioamiental (NCEI) de la estadounidense Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) que publicó hoy Advances in Atmosferic Sciences.
Tanto los datos del IAP como los del NCEI “muestran un mensaje coherente, según el cual, el contenido de calor oceánico de los 2.000 metros superiores alcanzará un valor récord en 2022″, dijo Tim Boyer, investigador principal del NCEI/NOAA. Los tres indicadores clave del cambio climático incluyen temperaturas que siguen batiendo récords históricos, niveles sin precedentes de contraste de salinidad oceánica y un aumento de la estratificación oceánica sin signos de ralentización, indicó el IAP, en un comunicado.
“Los océanos están absorbiendo la mayor parte del calor de las emisiones de carbono humanas”, dijo otro de los autores del artículo Michael Mann, profesor de la Universidad de Pensilvania. “Hasta que alcancemos cero emisiones netas, ese calentamiento continuará y continuaremos rompiendo récords de contenido de calor del océano, como lo hicimos este año. Una mejor conciencia y comprensión de los océanos son la base de las acciones para combatir el cambio climático”.
Recientemente se han publicado los resultados de un nuevo récord de contenido de calor oceánico entre 0 y 2.000 metros registrado en 2022, con una adición de aproximadamente 10 Zetta joules (ZJ) de calor en el océano con respecto a 2021. Un Zetta joule es un joule (unidad para medir “trabajo” o “calor”) con 21 ceros detrás. 10 ZJ de calor equivalen a unas 100 veces la producción mundial de electricidad en 2021 y con ellos se “pueden hervir 700 millones de teteras de 1,5 litros por segundo en el último año”, agregó la nota a modo de ejemplo de la gravedad de la situación.
Esa cantidad de calor que va a parar a los océanos tiene “graves consecuencias y, de hecho, llega mucho antes de lo que cabría esperar”, dijeron los expertos. El aumento de la salinidad y, por tanto, de la estratificación de los océanos puede alterar la forma en que el calor, el carbono y el oxígeno se intercambian entre el océano y la atmósfera que hay sobre él.
Ese es un factor que puede causar la desoxigenación del océano dentro del agua, lo que supone un grave riesgo para no solo para la vida y los ecosistemas marinos, sino también para los seres humanos y los ecosistemas terrestres. El aumento de la temperatura del agua y de la salinidad contribuye directamente a que el agua se estratifique en vez de mezclarse, y “esto es solo una parte de lo que rompe el delicado equilibrio” entre los océanos y la atmósfera, agregaron.
En futuros trabajos, el grupo se centrará en comprender los cambios de los principales ciclos de la Tierra y mejorar las proyecciones futuras de los cambios del calor, el agua y el carbono. Ese seguimiento continuado de los cambios dará a los científicos una idea de lo que puede hacerse preventivamente para prepararse ante el aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos y todas las demás consecuencias que conllevan el calentamiento de los océanos y el impacto del ciclo hidrológico.
“El calentamiento global continúa y se manifiesta en un calor oceánico récord, y también en extremos continuos de salinidad. Estos últimos destacan que las áreas saladas se vuelven más saladas y las áreas dulces más frescas, por lo que hay un aumento continuo en la intensidad del ciclo hidrológico”, dijo Lijing Cheng, autor principal e investigador del IAP/CAS.
La reducción de la diversidad oceánica y el desplazamiento de especies importantes pueden causar estragos en las comunidades que dependen de la pesca y sus economías, y esto puede tener un efecto dominó en la forma en que la mayoría de las personas pueden interactuar con su entorno. Algunos lugares ya están viendo los impactos de un océano que se calienta rápidamente y no son exactamente como se esperaba.
“Algunos lugares están experimentando más sequías, lo que conduce a un mayor riesgo de incendios forestales, y otros lugares están experimentando inundaciones masivas debido a las fuertes lluvias, a menudo respaldadas por una mayor evaporación de los océanos cálidos. Esto contribuye a los cambios en el ciclo hidrológico y enfatiza el papel interactivo que juegan los océanos”. dijo Kevin Trenberth, tercer autor del artículo e investigador tanto del Centro Nacional de Investigación Atmosférica como de la Universidad de Auckland. Un aumento en la temperatura y la salinidad del agua contribuye directamente a la formación de capas de agua en lugar de mezclarse, y esto es solo una parte de lo que altera el delicado equilibrio entre nuestros océanos y la atmósfera.
“En el futuro, el grupo se centrará en comprender los cambios de los principales ciclos de la Tierra y mejorar las proyecciones futuras de los cambios en el calor, el agua y el carbono de la Tierra. Esta es la base para que los humanos se preparen para los cambios y riesgos futuros”, dijo John Abraham, profesor de la Universidad de St. Thomas, el segundo autor de este estudio.
El seguimiento continuo de estos cambios les dará a los científicos una idea de lo que se puede hacer de manera preventiva para prepararse para temperaturas más altas, clima extremo y todas las demás consecuencias que vienen junto con el calentamiento de los océanos y un ciclo hidrológico impactado.
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