La necesidad de frenar la crisis climática es innegable. Si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen en estos niveles, el cambio climático puede ser devastador, indican los expertos. Las metas establecidas durante el Acuerdo de París, en 2015, habían impuesto dos posibles temperaturas. La más optimista establecía un alza de 1,5°C para finales de siglo. Las más pesimista la ubica en los 2°C. Lo cierto, es que el planeta ya superó el 1,1°C de aumento.
En ese sentido, y pese a que la Argentina no es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, también podría colaborar en el freno y mitigación del cambio climático. Según el primer análisis mundial con una resolución de 1 km, que presenta un método para establecer objetivos de superficie a proteger, con fundamento científico en apoyo del Marco de Biodiversidad Global Post 2020, el país puede almacenar más de 15,2 mil millones de toneladas de carbono, según mediciones de la “Red de Seguridad Global” (GSN - Global Safety Net, en inglés).
“A partir de estos datos -que son aportes novedosos y valiosos- la Argentina está en condiciones de, por un lado, comprometer metas de conservación ambiciosas y consistentes (lo que da lugar también a reclamar contraprestaciones, compensaciones y fondos de apoyo y fomento) y, por el otro, a acompañar a otros países y a otras organizaciones en exigir a los países desarrollados que aumenten sus aportes a la protección de la biodiversidad vital”, indicó, en diálogo con Infobae, Emiliano Ezcurra, director Ejecutivo de Banco de Bosques, ex directivo de Greenpeace y punto focal del Forest Stewardship Council (Consejo Mundial de Manejo de Bosques).
Es que este plan, publicado en Science Advances (Dinerstein et al, 2020), se basa en el relevamiento de áreas protegidas terrestres existentes. Según el documento, estas regiones suman un total del 15,1% del globo. El documento compila, además, múltiples conjuntos de datos establecidos en cinco capas de áreas actualmente desprotegidas, que, a su vez, se dividen en categorías:
- Sitios de especies raras
- Áreas de alta biodiversidad
- Grandes paisajes de mamíferos
- Áreas silvestres intactas
- Áreas adicionales de estabilización del clima.
“A nivel mundial, el análisis indica que el 50,4% de la Tierra existente es esencial para la conservación de la biodiversidad y que la preservación de servicios ecosistémicos es clave, así como el almacenamiento de carbono y el suministro de agua. El análisis también establece que el 35% de esas tierras están gestionadas territorialmente por pueblos indígenas”, resaltaron desde Banco de Bosques a Infobae.
En ese tono, desde dicha organización señalaron la realización de un “análisis específico para la Argentina, basado en el potencial de recuperación de nuestra biodiversidad, con base en los datos de la investigación global”. Es por este motivo que lograron determinar tres conclusiones importantes:
1. El 15% de la superficie continental argentina, es de particular importancia para la biodiversidad y otro 27% de particular importancia para los servicios ecosistémicos adicionales, lo que da un total de 42% de la superficie terrestre del país.
2. Aproximadamente el 20% de la superficie biodiversa de la Argentina está protegida en la actualidad. Una prioridad urgente sería la protección de áreas de extrema importancia para la preservación de especies raras o en peligro de extinción, esto es 4.3% del país (ver áreas rosadas).
3. En el mapa puede observarse una gran extensión de áreas silvestres intactas y áreas de estabilización climática (colores azul claro). La conservación de estas áreas podría contribuir a los compromisos del país en virtud del Acuerdo Climático de París. Se estima que el área GSN total de la Argentina almacena 15,2 mil millones de toneladas de carbono.
“Los datos expuestos demuestran que la Argentina ya protege -de una u otra forma- casi un 30 por ciento de su superficie continental. La información nos coloca en un lugar privilegiado en el marco de las conversaciones que deberán dirimirse en la COP 15″, aseguró Ezcurra. Al tiempo que indicó que se “debe seguir la evidencia científica más reciente -que incluye recomendaciones del panel de expertos que asesora a las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático- y reclamar que se conserve entre el 30 por ciento y el 50 por ciento de la superficie de la Tierra para 2030″.
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