Líderes mundiales, científicos y responsables políticos están reunidos en Sharm El-Sheikh (Egipto) para la 27ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP27) sobre el clima. Hasta ahora, los debates han abordado la necesidad urgente de descarbonizar las industrias de altas emisiones, las estrategias de adaptación para una agricultura resistente al clima y la compensación de pérdidas y daños.
Ahora que la conferencia avanza en su segunda semana, Nature dialogó con cuatro científicos del clima del país anfitrión sobre sus investigaciones, los retos que encuentran y sus esperanzas para la COP27. El mensaje es claro: es hora de enfocarnos en las acciones concretas.
Suficientes promesas
“En mi instituto de investigación, trabajamos en proyectos para mitigar el aumento del nivel del mar en el Delta del Nilo, y estudiamos su impacto en los agricultores y en la gente que vive en los alrededores. Hay mucha incertidumbre en el campo debido a la diversidad de modelos climáticos, y esto dificulta la transformación de nuestra investigación en proyectos viables que puedan ponerse en marcha inmediatamente”, explicó Hany Mostafa, investigador del Instituto de Investigación sobre el Medio Ambiente y el Cambio Climático del Centro Nacional de Investigación del Agua de Egipto en El Cairo.
“Con los ordenadores a los que tenemos acceso, podemos tardar tres meses en ejecutar un modelo, mientras que los ordenadores de alto rendimiento pueden hacerlo en una hora”, remarcó. Según el experto, “la falta de tecnologías de apoyo provoca retrasos en la producción de las investigaciones”.
Para concluir, Mostafa remató: “Queremos oír hablar de un acuerdo para reducir las emisiones al final de la COP27, y ver acciones, no sólo palabras. Ya hemos escuchado suficientes promesas en las anteriores reuniones de la COP”.
Llenar las lagunas de la investigación climática
En su investigación, Mohamed Salem Nashwan, de la Academia Árabe de Ciencia, Tecnología y Transporte Marítimo en El Cairo, estudia el cambio climático regional. “Nuestros modelos muestran que incluso en el escenario optimista, en el que los países se comprometen a limitar el calentamiento global a entre 1,5 °C y 2 °C, la temperatura media en Egipto seguirá aumentando entre 1,3 y 1,5 °C a finales de siglo. Experimentaremos un aumento de las precipitaciones invernales, de las precipitaciones extremas y de los periodos de sequía más largos”, aseguró.
Para el especialista, “la investigación sobre el clima en Oriente Medio y el Norte de África presenta un enorme vacío. La mayoría de los estudios se centran en Europa o en la región mediterránea. No se encuentran investigaciones específicas sobre Egipto, por ejemplo; los trabajos que existen son como un subproducto de las investigaciones sobre la región mediterránea o el continente africano”.
“En los países desarrollados, el cambio climático se considera un tema de primer orden y la gente se manifiesta al respecto en las calles. Aquí en Egipto, no es la principal prioridad. Tenemos varios retos, como los problemas económicos y los relacionados con el agua, por lo que las cuestiones medioambientales no están en lo más alto de la lista. Pero el hecho de que Egipto acoja la COP27 este año ha hecho que la crisis climática salga por fin a la superficie. Aunque la Conferencia se dirige principalmente a los responsables políticos, aumentará la conciencia nacional sobre los problemas climáticos y hará que nuestra investigación sea más valiosa. Pero me temo que al final, las cosas volverán a ser como antes”, finalizó.
“Nuestra investigación propone soluciones”
En diálogo con la reconocida revista científica, Lamiaa Mahmoud, investigadora de la Universidad de Florida en Gainsville, y la Universidad de Mansoura en Egipto, aseveró: “Ya somos conscientes de que el cambio climático está afectando a muchos aspectos de nuestra vida, como los productos agrícolas, la seguridad alimentaria y la salud pública. Mi investigación se centra en la búsqueda de estrategias para mitigar los efectos adversos del cambio climático y la subida del nivel del mar en el valle del Nilo”.
Mahmoud colabora con científicos especializados en el cultivo de plantas de la Universidad de Florida para encontrar genotipos de plantas que puedan tolerar las sequías y un alto nivel de salinidad. El mayor reto para la especialista es “saber que, aunque se puede hacer algo para prevenir las pérdidas económicas y agrícolas, no se puede hacer nada al instante”. “Aplicar los resultados de los estudios climáticos es un proceso largo y agotador, y la financiación y los posibles beneficios son factores clave”, dijo.
Y resaltó: “Aunque nuestras investigaciones proponen soluciones, creo que no depende de los científicos traducir el resultado de sus estudios en proyectos de adaptación efectivos. Así que espero que con la COP27 podamos ver acciones inmediatas para iniciar la ejecución de dichos proyectos antes de que sea demasiado tarde”.
Cuestiones relacionadas con los datos
Aya Al-Sharqawy, directora ejecutiva y cofundadora de Recyclizer, fue ponente en una sesión sobre adaptación al cambio climático, pérdidas y daños en el Día de la Juventud y las Generaciones Futuras de la COP27 (celebrado el 10 de noviembre), y dio una charla sobre su empresa en otra sesión.
La empresa que cofundó recoge los residuos de plástico de las calles y los recicla en una película de mantillo que puede utilizarse para cubrir el suelo, protegiéndolo de los daños y reduciendo la cantidad de agua necesaria para el riego. “En mi investigación académica, me centré en cómo el proceso de toma de decisiones en los sectores público y privado afecta a la aplicación de los objetivos de sostenibilidad y desarrollo y a la lucha contra el cambio climático en Egipto”, detalló.
“La falta de datos o el escaso acceso a los mismos ha sido mi mayor reto. Otros son el acceso a los artículos de investigación en revistas científicas: como investigador en un país en desarrollo, pagar las tasas de acceso a múltiples revistas internacionales es un problema. Espero que la participación de los jóvenes africanos y egipcios en la COP27 aumente la conciencia social sobre el cambio climático y presione a los responsables de la toma de decisiones para que incluyan las iniciativas egipcias y africanas en la acción climática”, completó la experta.
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