Mientras varios líderes de estado se van y llegan otros —está previsto que Joe Biden aterrice el viernes, en Sharm El Sheikh, Egipto—, arrancan las negociaciones en la COP27. Estos son los verdaderos debates a los que hay que estar atentos ya que son los que llevan adelante los diplomáticos para poder hacer ajustes para frenar la crisis climática.
Ante la ausencia de liderazgos claros de los países, la agenda de las noticias sigue a la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, que propone reformar el FMI y el Banco Mundial, también se presentaron los Planes de Prosperidad Climática, de Sri Lanka y Bangladesh, y la promesa del Presidente de Kenia, William Ruto, de lograr el 100% de energías renovables para 2030.
En el día dedicado al financiamiento se sumó el anuncio de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con la presidencia pro témpore de la Argentina, que presentó un documento de posicionamiento conjunto en la conferencia climática. El punto de partida común: deuda por financiamiento climático.
Si bien esta iniciativa no significa que negociarán en bloque, sí marca un camino en una agenda común ante los países desarrollados. Entre algunos de los puntos destacados están los siguientes:
● El pedido de un sistema multilateral de comercio “basado en reglas abiertas, no discriminatorias y equitativas, rechazando medidas unilaterales que pueden constituirse en un medio arbitrario o restrictivo encubierto al comercio internacional”. Aquí se refieren especialmente a los mecanismos de la OMC, algo que fue mencionado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la primera jornada de la cumbre.
● Se reafirma la importancia de reforzar la coordinación en los diversos foros multilaterales con miras a fortalecer las sinergias y articulación en las negociaciones climáticas, que aborden las necesidades concretas y diferencias de la región
● Piden impulsar “instrumentos de financiamiento climático innovadores” como “bonos soberanos, fondos de garantía y canjes de deuda por acción climática”. Aquí está todo por hacer. No hay aún mecanismos establecidos, pero este tipo de financiamiento es el que suena cada vez más fuerte en los pasillos de la cumbre.
● También se pide fortalecer el rol del Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC), “fomentando la articulación de prioridades y necesidades comunes, y considerando la vulnerabilidad de los países de la región”.
La región recibe hoy 22 mil millones de dólares y necesitaría entre 154 mil millones y 198 mil millones al 2030 para mitigación y adaptación, según un informe preliminar que elabora la CEPAL y que difundió ayer el periodista Fermín Koop.
Si hablamos de Pérdidas y Daños (por pérdida se entiende todo lo que ya no puede recuperarse a causa de la crisis climática y por daños, cuánto costaría la reparación) hubo anuncios de Escocia y de Austria. El primero aportará 5 millones de libras esterlinas y 20 millones de euros, el segundo. Se evalúa como un avance, pero sigue siendo muy poco. Como para tener una idea, la aseguradora AON calcula que las pérdidas económicas mundiales por catástrofes naturales en 2022 ya ascienden a 227.000 millones de dólares.
Los países más vulnerables no pueden hacer frente a las pérdidas y los daños que ya afrontan por la crisis climática. La Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, con 39 miembros) quiere que el mecanismo financiero se acuerde en esta COP y que esté en funcionamiento a más tardar en 2024, una postura que apoyan diversos presidentes —entre ellos, el de Ghana— y los 58 países que conforman el Foro de Vulnerabilidad Climática (CVF). No está claro todavía cuál es la posición del G77+China, entre los que está Argentina, fundamental en esta historia.
Vanesa Nakata, joven activista de Uganda mandó un mensaje claro a los líderes: “No podemos tener ninguna nueva inversión en combustibles fósiles. Necesitamos una transición a las energías renovables para hacer frente a la pobreza energética y que los líderes definan el fondo para pérdidas y daños para afrontarlo”.
Los representantes de los pueblos indígenas también dijeron presente en esta jornada y seguirán presentando informes en los próximos días, Entre 2011 y 2020, según un informe liderado por Rainforest Foundation Norway, los pueblos indígenas y las comunidades locales solo recibieron el 1% de los recursos que fueron destinados a nivel mundial para la acción climática. La región amazónica, en donde se almacenan entre 150.000 y 200.000 millones de toneladas de carbono, es uno de los lugares que espera fondos, pero sobre todo, un mecanismo para recibirlos.
Durante la presentación, Francisco von Hildebrand, presidente de la Fundación Gaia Amazonas, propuso crear agencias administrativas interculturales en distintos niveles y en el que participen personas que conozcan, no solo cuáles son los requisitos para acceder a estos recursos, sino cómo administrarlos y ejecutarlos. El último punto estará en manos exclusivas de los indígenas.
Entre los reclamos que aparecieron por primera vez en esta COP, están los dirigidos a China y a India, países que siguen siendo considerados por la convención como países emergentes.
“Las economías emergentes de altas emisiones, incluidos China e India, deberían pagar en un fondo para ayudar a los países a reconstruirse después de los desastres causados por el cambio climático”, dijo el primer ministro de la nación insular Antigua y Barbuda, Gaston Browne, hablando en nombre de la Asociación de Pequeños Estados Insulares (AOSIS).
Derechos Humanos
Muchas son las críticas por la extrema seguridad en el lugar donde se desarrolla el evento internacional y aparecieron las primeras manifestaciones de la sociedad civil. Una de las más importantes se registró con el pedido de liberación de Alaa Abdel Fattah, un preso político que lleva más de seis meses en huelga de hambre, en una prisión egipcia. No come desde el 2 de abril. Y, desde el 6 de noviembre, tampoco toma agua.
Ayer, su hermana menor, Said Sanaa Seif, se subió al escenario ante la mayor reunión de periodistas hasta ahora vista en esta COP, dirigiendo la mirada de los medios de comunicación del mundo hacia el gobierno de Sisi. Greta Thunberg y los jóvenes climáticos lanzaron una petición específica para liberar a Fattah.
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