Ecuador recibirá 15 millones de euros del Banco de Desarrollo Alemán (KfW) para ejecutar un programa de conservación en las Islas Galápagos. Los fondos no reembolsables serán administrados por el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible y serán destinados, principalmente, para acciones de detección, monitoreo, control, manejo y erradicación de especies invasoras, así lo informó el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador.
El contrato firmado entre el gobierno ecuatoriano y el Banco de Desarrollo Alemán tendrá una duración de cinco años con la opción de extenderse. Según la Cartera de Estado, los fondos financiarán “estrategias de prevención, control y erradicación de especies invasoras como el alga caulerpa, la mosca vampiro aviar, plantas como la mora y el proyecto de restauración ecológica de Floreana”.
Este tipo de acciones buscan reducir el riesgo de que las especies invasoras se dispersen en distintas zonas de las islas. Entre los objetivos del programa Protección de la biodiversidad en las Islas Galápagos también están mejorar las condiciones de las estaciones cuarentenarias en las islas pobladas, aplicar mecanismos de control en las zonas urbanas y rurales de las islas, automatizar procesos y fortalecer el control de especies prioritarias para evitar la extinción de especies nativas.
El Ministerio de Ambiente será el encargadode orientar estratégicamente al programa a través del Fondo de Control de Especies Invasoras de Galápagos y participará en la identificación, preparación, implementación y supervisión de los proyectos a través del Parque Nacional Galápagos y la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos, según detalló la entidad en un comunicado.
El ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, aseguró que la suscripción del contrato con la institución financiera alemana fortalece las relaciones entre ambos países. Manrique agradeció el apoyo del gobierno alemán para “generar impactos significativos sobre la problemática de las especies invasoras y asegurar a largo plazo un Galápagos con un riesgo mínimo de introducción de especies invasoras”.
La comitiva alemana que participó en la firma del convenio estuvo liderada por Franz-Birger Marré, jefe de la división para América del Sur del ministerio de cooperación al desarrollo de Alemania, a quien acompañaron Claudia Arce, directora del KfW para América Latina y el Caribe; Mira Berz, coordinadora del KfW para la cartera de Ecuador, en Alemania; Bárbara Schulz-Hönerhoff, jefe de la Cooperación Alemana en la Embajada y David Betolaza, director del KfW para Ecuador.
Las especies invasoras que amenazan a las Galápagos
Galápagos es considerado uno de los santuarios naturales más importantes del mundo. En las islas se ha detectado que, alrededor del 20 %, de las especies son endémicas, es decir que solo se encuentran en el archipiélago. Son justamente esas especies y las características propias de las islas con origen volcánico las que inspiraron a Charles Darwin para fundamentar su teoría sobre la evolución de las especies, recogida en el libro El origen de las especies por medio de la selección natural.
Una de las especies invasoras más importantes en las islas es la mora. Esta es una fruta que se confunde con la baya porque se cultiva igualmente en una zarza. Tiene un aspecto similar y características comunes, además de amplias propiedades nutricionales pero que podrían representar un problema para las áreas protegidas. Hay dos bayas de dos géneros de árboles frutales diferentes con sus características fenotípicas: el Morus y la Rubus.
Rubus, también conocido como mora, es un arbusto de la familia de las rosáceas, conocido por su fruto comestible. Rubus niveus, o mora exótica, es una planta originaria del sur de Asia. En la actualidad se ha naturalizado y convertido en una especie invasora en Hawái, las Islas Galápagos, la Isla La Reunión, Madagascar y la Isla Mauritus.
La mora no permite que otras plantas crezcan, evitando que algunas aves, como el pájaro brujo, catalogado en peligro de extinción, no puedan alimentarse. La mora también trae serios problemas económicos a los agricultores porque mata sus cultivos. Debido a la gran cantidad de semillas, es difícil de controlar mediante el deshierbe. En algunas áreas, obligó a los agricultores a abandonar sus tierras cultivadas. El plan actual es que los granjeros supervisen la liberación y reproducción de controles biológicos en sus tierras.
Las especies invasoras se desarrollan fuera de su área de distribución natural, en hábitats que no son los suyos, cambiando la riqueza y diversidad de los ecosistemas. Cuando son transportados e introducidos y logran establecerse y dispersarse en nuevas áreas, se les llama especies exóticas invasoras. Las especies invasoras son dañinas, lo que significa que producirán cambios importantes en la composición, estructura o proceso de los ecosistemas, poniendo en peligro la biodiversidad local.
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