Las aguas del río Rin podrían descender a niveles críticamente bajos en los próximos días, advirtieron este miércoles las autoridades alemanas, lo que haría cada vez más difícil el transporte de mercancías, incluidos carbón y gasolina, en medio de una sequía y una crisis energética que afectan a Europa.
Luego de varias semanas de clima árido, algunas de las principales vías fluviales de Europa se han convertido en riachuelos, causándoles dolores de cabeza a las fábricas y termoeléctricas alemanas que dependen de la entrega de suministros por barco, lo que aumenta las posibilidades de una desaceleración económica. El transporte de mercancías por vías navegables es más importante en Alemania que en muchas de las otras naciones de Europa occidental, según Capital Economics.
“Éste es particularmente el caso del Rin, cuyo punto crucial náutico en Kaub tiene niveles muy bajos de agua pero continúa siendo navegable para barcos de poco calado”, manifestó Tim Alexandrin, portavoz del ministerio de Transporte de Alemania.
Las autoridades pronostican que el nivel del agua en Kaub bajará de la marca de los 40 centímetros (16 pulgadas) para las primeras horas del viernes y continuará descendiendo durante el fin de semana. Aunque este nivel continúa siendo más alto que el mínimo histórico de 27 centímetros de octubre de 2018, muchos barcos grandes podrían tener dificultades para cruzar el río en ese lugar, ubicado en el Rin a medio trayecto entre Coblenza y Maguncia.
“La situación es muy dramática pero todavía no tanto como en 2018″, indicó Christian Lorenz, portavoz de la compañía alemana de logística HGK.
Desde Francia e Italia, Europa enfrenta dificultades debido a los períodos de sequía, el bajo caudal en las vías navegables y las olas de calor que son cada vez más severas y frecuentes debido al cambio climático. El bajo nivel del agua asesta otro golpe a la industria en Alemania, que pasa apuros debido a la disminución del suministro de gas natural, lo que ha elevado los precios.
Debido a la falta de agua, los barcos que transportan sal por el río Rin de Heilbronn a Colonia, que normalmente llevarían una carga de 2.200 toneladas, ahora sólo pueden trasladar unas 600 toneladas, afirmó.
“Por supuesto que esperamos que el transporte fluvial no se paralice, pero en 2018 vimos que cuando los niveles de agua eran demasiado bajos las gasolineras dejaron de pronto de tener combustible porque las embarcaciones no podían navegar”, agregó Lorenz.
La escasez de agua en el Rin afectará a la producción de dos grandes centrales eléctricas de carbón en Alemania durante el próximo mes.
El grupo químico BASF BASFn.DE dijo el viernes que no puede descartar recortes de la producción si la escasez de agua interrumpía la logística.
Los costes de los fletes variaron poco el lunes, manteniendo los recientes altos niveles, según los corredores de buques de carga.
Con información de AP y Reuters
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