Doscientos años después de haberse extinguido, nacieron las primeras iguanas terrestres en la isla de Santiago en las Galápagos, provenientes de un programa de reintroducción.
La Isla Santiago, también conocida como Isla San Salvador o Isla James, es parte del Archipiélago de las Galápagos en Ecuador. Esta isla es la cuarta en extensión, con 585 km², dominada por un volcán de 907 msnm, el Monte Cowan. La hierba, aparte de los arbustos, los árboles de sal y algunos cactus, es escasa.
Bautizada originalmente como James Island en honor al rey James II de Inglaterra, es una isla conocida por relación con míticos piratas y cazadores, así como por sus excelentes condiciones para la observación de la vida silvestre. Es una de las islas más grandes del archipiélago después de la Isabela, la Fernandina y la Santa Cruz.
Expertos del Parque Nacional Galápagos y asesores científicos del ente de conservación, a través de monitoreos, han constatado que, después de casi dos siglos, las iguanas terrestres de la especie Conolophus subcristatu se están reproduciendo nuevamente en la Isla Santiago. Esto sucede después de que, en 2019, más de 3 mil de estos especímenes fueron reintroducidos en un esfuerzo por restaurar la biodiversidad de la isla.
El equipo técnico recorrió unos 36 kilómetros cuadrados y encontró nuevos individuos de varias edades, lo que indica que la especie se está reproduciendo bien. Las iguanas fueron examinadas físicamente, se midió su tamaño y altura, y las nuevas fueron marcadas para su observación.
Casi 187 años después, se puede ver un buen número de iguanas terrestres, adultas, jóvenes y crías en la isla Santiago. La autoridad ambiental se comprometió a seguir impulsando las acciones que permitan restaurar el ecosistema de la isla, aseguró Danny Rueda Córdova, director del Parque Nacional Galápagos.
Conolophus subcristatus es una iguana terrestre galapaguina, una especie de reptil de la familia Iguanidae, una de las tres especies de Conolophus y endémica de las Islas Galápagos. Se encuentra distribuida entre las islas Isabela, Baltra, Seymour Norte, Fernandina, Plaza Sur, Santa Cruz y algunos islotes.
El ecosistema de la isla ya ha comenzado a mostrar un cambio positivo en la distribución de las iguanas, que limpian los suelos y esparcen las semillas, y como resultado, por ejemplo, hay un cambio en las dinámicas poblacionales y disponibilidad de alimento para otras especies endémicas, dijo Luis Ortíz Catedral, asesor científico de la Dirección del Parque Nacional Galápagos.
La restauración ecológica de la isla de Santiago arrancó en 2002 con la ejecución del “Proyecto Isabella”, que promovía la erradicación de cabras y cerdos, animales domésticos introducidos en las islas y que desplazan a las especies endémicas. Con el paso de los años, el medio ambiente comenzó a recuperarse y a brindar las condiciones necesarias para sustentar la población de iguanas terrestres, una especie que se ha extinguido en la zona.
En 1835, el naturalista Charles Darwin registró una gran cantidad de iguanas terrestres de varias edades, posteriormente en la expedición encabezada por la Academia de Ciencias de California, alrededor de 1903 y 1906, no se encontraron especies la isla.
Las iguanas terrestres son herbívoras, sin embargo, se ha demostrado que algunos individuos son carnívoros oportunistas y complementan su dieta con insectos, ciempiés y carnívoros. Se cree que la iguana terrestre de las Galápagos tiene una vida útil de 50 a 60 años.
El ministro de Ambiente de Ecuador, Gustavo Manrique, celebró en redes sociales el nacimiento de las iguanas y resaltó que “el último registro de una población saludable lo realizó Darwin en 1835. Hoy con entusiasmo vivimos la restauración ecológica de una isla que fue muy afectada en el pasado”.
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