El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció que Ecuador, Colombia, Costa Rica y Panamá firmaron un memorándum de entendimiento en apoyo al Corredor Marino del Pacífico Este Tropical. La suscripción del documento se realizó como una actividad paralela a la agenda de la IX Cumbre de las Américas que se desarrolla esta semana en Los Ángeles.
En la firma del memorándum participaron el subsecretario para Crecimiento Económico, Energía y Medioambiente, José Fernández; la subcomandante civil y asesora en Política Exterior del Comando Sur de Estados Unidos, Jean Manes; la subsecretaria de Estado adjunta para Programas del Hemisferio Occidental en la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, Heidi Fulton; el ministro de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Holguín y el ministro del Ambiente Gustavo Manrique Miranda de Ecuador; la embajadora de EE. UU. en Costa Rica, Cynthia Telles; la vicepresidenta y ministra de Relaciones Exteriores, Marta Lucía Ramírez, y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Carlos Correa de Colombia; el ministro de Relaciones Exteriores, Arnoldo André Tinoco de Costa Rica; y la ministra de Relaciones Exteriores Erika Mouynes de Panamá.
El Corredor Marino del Pacífico Este Tropical es una iniciativa que busca la conservación de los océanos y que se extiende por más de 500.000 kilómetros cuadrados, según informó el Departamento de Estado de EE.UU. Dentro del corredor se encuentran los santuarios naturales de las islas Galápagos, Cocos, Coiba, Gorgona y Malpelo, que poseen hábitats únicos en el mundo y cuyas especies se encuentran en situación de vulnerabilidad.
El memorándum compromete a los países a trabajar juntos para fortalecer la gestión marina, la seguridad marítima y el financiamiento de la conservación marina, contribuir al objetivo de conservar o proteger efectivamente al menos el 30 % del océano global para el año 2030 y preservar las rutas migratorias para tortugas marinas, ballenas, tiburones y rayas. Adicionalmente, las naciones firmantes buscan enfrentar las amenazas en el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y de proteger la biodiversidad marina y otros recursos oceánicos frente a los impactos del cambio climático, según se lee en un comunicado emitido por la oficina estadounidense.
La reserva marina Hermandad
El pasado 14 de enero de 2022, el presidente Guillermo Lasso firmó el decreto que formalizará la ampliación de la Reserva Marina Galápagos en 60.000 kilómetros cuadrados. La nueva reserva fue bautizada como “Hermandad”, y a través de su creación, las autoridades hicieron un llamado a todas las naciones del mundo a unirse a este esfuerzo colectivo, y a preservar los irremplazables tesoros del océano.
Se declaró Reserva Marina a una zona de 60.000 kilómetros cuadrados, o lo que equivale a un área tres veces el tamaño de Bélice. Por un lado son 30.000 kilómetros en los que no se permiten actividades extractivas de ningún tipo, y donde se conservarán áreas de ecosistemas oceánicos críticos, rutas migratorias, y zonas de alimentación de especies marinas amenazadas. Esta zona ‘no take’ se extiende hacia los límites con Costa Rica. Por el otro lado, los 30.000 kilómetros cuadrados adicionales prohibirán todo uso del palangre, y están ubicados al noroeste de la Reserva Marina Galápagos.
A pesar de que Galápagos ya contaba con una reserva marina, las investigaciones científicas han demostrado un declive en las poblaciones de algunas especies altamente migratorias. Son esos estudios los que también han determinado una relación entre las especies, como tiburones y tortugas marinas, que habitan las aguas de Galápagos y sus viajes a la isla Cocos.
De acuerdo con un estudio elaborado por MigraMar y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, se describe que “el Parque Nacional Isla Cocos y la Reserva Marina Galápagos poseen un porcentaje importante de especies endémicas insulares, y un elevado flujo génico en especies no móviles como corales”, esta es una de las razones que sugieren la interconectividad entre el ecosistema de ambos santuarios para cientos de especies marinas.
La MigraVía Coco-Galápagos, según el estudio, fortalecerá los esfuerzos de conservación marina oceánicos de los gobiernos de Costa Rica y Ecuador. Además, de proteger a las especies, Lasso dijo, en enero pasado, que la nueva reserva también preservará al océano, porque los océanos, que forman más del 60% de la superficie mundial, “purifican una enorme parte del aire que se respira en los continentes. Según expertos, esto alcanza hasta el 50% de todo el oxígeno del mundo, lo que significa que una de cada dos respiraciones de la humanidad dependen del océano”.
De acuerdo con varios estudios la sobrepesca es la principal causa del declive poblacional de varias especies marinas migratorias. Los tiburones, las rayas, las tortugas y los delfines caen en las redes de flotas pesqueras industriales y semiindustriales como “pesca asociada o incidental”. Las zonas de “no take” –como las de la nueva reserva marina Hermandad– son una estrategia para limitar la pesca de especies que están en peligro o son vulnerables y para amortiguar el efecto de las pesquerías, según explica Migramar.
La tortuga marina verde, la tortuga laúd, la manta gigante, el tiburón martillo, el tiburón Galápagos, el tiburón sedoso, el tiburón tigre, el tiburón ballena y la ballena jorobada son algunas de las especies cuya ruta migratoria está más protegida desde que existe la reserva Hermandad. El estado de conservación de estas especies está dividido en las categorías: en peligro, vulnerable y casi amenazado.
El Parque Nacional Isla Cocos y la Reserva Marina Galápagos son santuarios de miles de especies. Según los estudios realizados en estas áreas megadiversas, Cocos tiene una riqueza de alrededor de 1.700 especies de vertebrados, invertebrados y flora marina. Mientras que Galápagos tiene 6.000 especies. Alrededor del 20 % de las especies son endémicas entre Coco, Malpelo y Galápagos. La mayoría de animales de estas zonas son vulnerable o se encuentran en peligro de extinción.
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