El Departamento de Interior de Estados Unidos aseguró que para 2032 se dejarán de vender plásticos de un solo uso en parques nacionales y demás terrenos públicos para tratar de reducir las más de 10 millones de toneladas de plástico que acaban en el mar cada año en todo el mundo.
Así lo anunció el miércoles el gobierno del presidente Joe Biden, en el marco del Día Mundial de los Océanos.
La secretaria de Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, emitió este miércoles una orden para reducir la venta de estos productos e identificar alternativas sostenibles como materiales compostables o 100% reciclados.
“Como administradora de las tierras públicas de la nación, incluidos los parques nacionales y los refugios de vida silvestre, y como agencia responsable de la conservación y el manejo de los peces, la vida silvestre, las plantas y sus hábitats, estamos en una posición única para mejorar nuestra Tierra”, dijo Haaland en un comunicado.
La administración se propuso un plazo de un año para desarrollar planes alternativos para el uso de materiales biodegradables o compostables y luego hasta 2032 para completar la transición.
Entre los artículos que la oficina espera eliminar de los casi dos millones de kilómetros cuadrados de terrenos públicos del país están las pajillas, las botellas y las bolsas de plástico de un solo uso.
Según datos de la ONG Plastic Oceans International, de las 380 millones de toneladas de plástico que los seres humanos producimos cada año, se estima que alrededor de la mitad corresponden a productos que se usan solo una vez antes de tirarlos a la basura.
Una enorme cantidad de estos plásticos acaba en el océano —más de 10 millones, según el grupo—, lo que mata a un millón de animales marinos cada año.
Además, se estima que los seres humanos acabamos consumiendo unos 18 kilos del material a lo largo de nuestra vida, a través de microplásticos que llegan a nosotros por la cadena alimentaria.
En 2011 algunos parques naturales estadounidenses prohibieron la venta de botellas de agua de plástico, lo que redujo en 2 millones el número de botellas producidas cada año hasta que la Administración del ex presidente Donald Trump (2017-2021) revocó la norma.
Si bien la industria del plástico intentó convencer de que el problema puede superarse con el reciclaje, apenas el 9% del plástico fabricado globalmente fue reciclado y esta tasa permanece estancada.
Christy Leavitt, directora de la campaña de plásticos de la organización sin fines de lucro Oceana, celebró que “la administración Biden está dando un gran paso para proteger nuestros océanos del plástico de un solo uso”.
Oceana y otras 300 organizaciones y empresas solicitaron la acción en una carta remitida el año pasado al gobierno estadounidense.
(Con información de EFE y AFP)
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