La pelea de David contra Goliat avanza en la Justicia de Alemania: un campesino demandó a una multinacional por el deshielo de los glaciares peruanos

Se trata del primer caso mundial de un individuo que acciona contra una empresa por los efectos del cambio climático en el hábitat

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Saúl Luciano Lliuya, de 41
Saúl Luciano Lliuya, de 41 años, posa para una foto frente a la laguna de Palcacocha, situada a 4.650 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional Huascarán, en Huaraz, al noreste de Perú, el 23 de mayo de 2022 (AFP)

Cuando Saúl construyó su casa a orillas de la laguna glacial Palcacocha, en Huaraz, Perú, nunca imaginó que sería el primer caso mundial de un individuo que demanda a una empresa por los efectos del cambio climático en el hábitat. Esta pelea de David contra Goliat, que comenzó en 2015, avanza y durante esta semana un tribunal alemán que dio lugar a la denuncia visitó el lugar afectado.

La empresa en el banquillo es la multinacional energética alemana RWE. “Pienso que RWE es corresponsable de los peligros que amenazan a la población de Huaraz. Según estudios científicos, el nivel de la laguna situada montaña arriba sobre mi ciudad natal está aumentando a consecuencia del deshielo acelerado del glaciar, y el riesgo de que se produzcan inundaciones provocadas por el desprendimiento de bloques de hielo sigue creciendo. La compañía energética germana es uno de los mayores emisores del mundo. Pero este tipo de empresas siguen sin asumir responsabilidad alguna por las consecuencias de sus emisiones. No hace falta ser jurista para darse cuenta de que eso es injusto”, dijo el granjero que demanda a la compañía no por lo que ya ocurrió, sino por los efectos que tendrá, para poder adaptarse a ellos.

“Por primera vez, un juzgado considera que los causantes del cambio climático tienen por principio la obligación de hacerse cargo de la protección de las personas en situación de riesgo a consecuencia de los efectos del cambio climático”, afirma Roda Verheyen, la abogada que está llevando el caso.

El tribunal ya ha acordado que RWE sea responsable de los daños si se puede demostrar que el glaciar supone un riesgo de inundación y que el cambio climático ha provocado su deshielo; se trata de una decisión innovadora que no se había tomado en ningún otro caso y que tendrá importantes implicaciones para otros tribunales, independientemente del resultado final de este caso.

Lliuya, de 41 años, su
Lliuya, de 41 años, su hijo Brandon y su esposa Lidia comen en su granja, en Huaraz (AFP)

El caso se está juzgando con arreglo a la ley de “molestias” de Alemania, que tiene equivalentes en muchos otros sistemas jurídicos. Su principio básico es que si se interfiere en la propiedad de alguien, el dueño de la misma puede exigir al perturbador que elimine la perturbación. Se trata de un principio jurídico común, lo que sugiere que casos similares podrían juzgarse en otros lugares. Esto podría tener importantes implicaciones para las empresas de combustibles fósiles a nivel mundial. RWE está siendo demandada por haber contribuido con el 0,47% de las emisiones globales históricas.

La empresa alemana RWE sólo emitió un comunicado asegurando que la demanda no tiene ninguna posibilidad de éxito.

El escrito de demanda dice: “Se determina que la demandada es responsable de cubrir, de acuerdo con su parte proporcional de responsabilidad en el perjuicio, el 0,47 % de los costes resultantes de la aplicación de las medidas de protección adecuadas por parte del demandante o de terceras personas para proteger la propiedad del demandante de una inundación provocada por el deshielo del glaciar y el desbordamiento de la laguna Palcacocha en la medida en que el demandante tenga que asumir estos costes.”

(AFP)
(AFP)

Como resultado, Saúl Luciano Lliuya no recibirá dinero ni una indemnización, sino únicamente la promesa por parte de RWE de que la empresa asumirá una parte de los costes de la aplicación de las medidas de protección cuando estas se tomen. En concreto, la idea es que la compañía financie en parte las medidas de protección contra inundaciones que van a llevar a cabo las autoridades peruanas.

Liluya se siente conmovido, no sólo por el apoyo internacional, sino por el impacto local que ha logrado crear con su acción: “Estoy feliz de haber puesto en marcha esta demanda y me abruma el interés y el apoyo que he recibido en mi país y en todo el mundo. Esto me da valor y fuerza para seguir adelante. El cambio climático afecta a todos los países del mundo. Por eso tenemos que defendernos en la justicia”.

Para Elizabeth Hypes, asesora de riesgos ESG (relativos a factores medioambientales, sociales y de gobernanza) en Verisk Maplecroft este caso puede ser una punta de lanza: “No sólo es probable que estos casos presionen a las empresas para que rindan cuentas, sino que también tienen el potencial de desencadenar el activismo de los accionistas y la caída de los consumidores en el tribunal de la opinión pública. Las consecuencias financieras de los costes legales, el activismo de los accionistas y los daños a la reputación podrían ser inmensos, y con más casos e investigaciones a favor de los demandantes climáticos, los costes no hacen más que aumentar”

“También estamos viendo que los casos basados en los derechos humanos ganan cada vez más en los tribunales internacionales, especialmente los casos que se presentan contra las empresas que consumen mucha energía en lugar de los gobiernos. Esto es especialmente cierto en las Américas. En los últimos dos años se han presentado casos en Perú, México, Colombia, Argentina, Ecuador y Chile, y la mayoría de estos casos van dirigidos a empresas o sectores que degradan el capital natural y los ecosistemas. Y es probable que veamos más y más casos de ecocidio en caso de que estos se resuelvan favorablemente para los demandantes”, agregó la experta.

El deshielo de esa zona de los Andes, según la ONG Germanwatch que patrocina a Liluya, no sólo representa una amenaza para la casa del demandante sino para toda la localidad de Huaraz.

Saúl Luciano Lliuya, que vive en la montaña, cerca de Huaraz, y acusa a RWE de ser responsable del derretimiento de los glaciares por sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Ya en 1941, miles de personas fueron víctimas de una ola de inundación de este lago que en este momento aún estaba más pequeño. Un gran trozo de glaciar se desprendió y cayó al lago. Desde entonces, el riesgo de una nueva inundación ha aumentado drásticamente debido al cambio climático y las autoridades peruanas están en alerta. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) atribuye el deshielo de los glaciares en los Andes al cambio climático.

“Gracias al desarrollo de la ciencia de la atribución en los últimos años, ahora podemos calcular la contribución específica del cambio climático a determinados fenómenos meteorológicos y climáticos. En el caso del lago Palcacocha, un estudio sólido y bien realizado demuestra que el enorme aumento del riesgo de estallido proviene del cambio climático provocado por el hombre”, indicó Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente, del Imperial College de Londres

“Las autoridades de protección civil peruanas advierten de que se podría producir un nuevo aluvión en cualquier momento, y consideran que el lago glaciar Palcacocha es el más peligroso de la región. En 2003 se produjo la última pequeña inundación. Recientemente se ha declarado varias veces el estado de emergencia. En los últimos años, se han instalado varias tuberías provisionales para extraer agua y bajar así el nivel de la laguna. En la actualidad, un equipo de observadores de glaciares locales hace guardia día y noche junto a la laguna para poder advertir a la población en caso de que se produzca una catástrofe.”, indica el sitio de Germanwatch que tiene una página dedicada al caso del granjero.

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