Un 10,3%. Esta es la cuota que representará la producción de electricidad a partir de energía eólica y solar en el mundo en 2021. Cincuenta países de todo el mundo alcanzaron esta meta, según un informe del think tank en Londres, Ember, publicado este miércoles, una transformación en la tendencia de generación y producción, en un mundo sacudido por la crisis del coronavirus y la invasión rusa a Ucrania.
El relevamiento cubrió la generación de electricidad para 209 países desde 2000 hasta 2020. Para 2021, se agregaron datos de 75 países, que juntos representaron el 93% de la demanda mundial. Y otro hito destaca, parte de este trabajo, en medio de los cimbronazos energéticos de estos tiempos: siete nuevos países, China, Japón, Argentina, Vietnam, El Salvador, Hungría y Mongolia, superaron este umbral durante el ano pasado.
La transformación más rápida ocurrió en los Países Bajos, Australia y Vietnam, según el informe, con el 10% de la demanda de electricidad cambiando de combustibles fósiles a energía eólica y solar en dos años. A la vez, las cinco economías más grandes del mundo se encuentran entre los 50 países que ahora generan este umbral con energías “limpias”.
Según la tercera edición de este “Global Electricity Review”, unos 10 países producen más de la cuarta parte de su electricidad a partir de estos dos recursos, entre ellos Dinamarca con el 52%, Luxemburgo con el 43% y Uruguay con el 47%.
Sin embargo, a pesar de los progresos, el informe también destaca el repunte del carbón, que es especialmente perjudicial para el clima, en especial por la creciente demanda que trajo la renovación de actividades y logística post-Covid. De hecho, la producción de las centrales eléctricas de carbón aumentó un 9% en 2021, un aumento sin precedentes desde “al menos” 1985.
Esta energía representó el 59% del aumento general de la demanda de electricidad, subraya el documento. Resultado: las emisiones de CO2 vinculadas al sector eléctrico alcanzaron su punto máximo el año pasado.
En el desagregado, Ember precisa que la producción mundial de energía solar aumentó un 23%, mientras que la oferta eólica aumentó un 14 %. En total, el 38% de la electricidad mundial en 2021 provino de fuentes libres de carbono, incluida la nuclear, siendo la principal energía renovable la hidroelectricidad.
Los datos de Ember encontraron que la demanda mundial de electricidad se había recuperado después de la pandemia al mayor aumento anual de la historia en 2021. Es importante, además, cumplir la meta para generación eólica y solar, siendo que esta fuentes fueron las de más rápido crecimiento, incluso llegando al doble de cuando se firmó el Acuerdo de París en 2015.
“Nos estamos acercando a ese punto de equilibrio en el que la energía eólica y solar pueden satisfacer la nueva demanda de electricidad, pero aún no hemos llegado allí. Si mantenemos las tasas de crecimiento que estamos viendo, lo lograremos pronto”, dijo Dave Jones, director global de Ember. Según la organización, para limitar el calentamiento a 1,5°C respecto a la era preindustrial, el sector eléctrico deberá extenderse a nuevos usos (transporte, calefacción, etc.) y ser completamente libre de carbono.
En esa línea, para que el sector eléctrico cumpla con los objetivos del Acuerdo de París, la producción de electricidad a partir de energía eólica y solar debería aumentar en un 20% anual para 2030, concluyó la presentación de Ember.
Mientras sufre la disparada de los precios por la crisis en Ucrania, en parte debido a la gran dependencia que tiene de los recursos energéticos rusos, en la Unión Europea, la producción eólica y solar representaron casi el 20 por ciento de toda la generación de energía en 2020, el doble del promedio mundial. Esto hizo que las energías renovables generaron más energía que los combustibles fósiles en el bloque por primera vez el año pasado.
De los países miembros del G20, solo en el Reino Unido el uso de energía eólica y solar fue superior al 29 %. Pero algunas naciones de la UE lo están haciendo mejor que otras. Las turbinas eólicas y los paneles solares representan hasta el 63% por ciento de la energía de Dinamarca y el 33% en Alemania.
Para Dave Jones, parte del grupo Ember en la capital británica, lo llamativo es que “la mayoría de los países del mundo ahora están construyendo energía eólica y solar”.
En el caso de Latinoamérica destacan el caso de Uruguay y Argentina. El primero, se ha convertido en el segundo país del mundo con mayor incorporación de energías renovables en su matriz de generación. Y de ella, la mayor parte, por lejos, es la eólica. El único que lo supera es Dinamarca.
El gobierno de Montevideo, aprovechando el recurso del viento, ha logrado instalar 43 parques eólicos que generan energía. Eso representa, hoy, un 33% del total de generación. El resto proviene de la hidráulica un 29%, de la leña y los residuos de biomasa un 23%, del gasoil 10%, de la solar 3% y del fueloil 2%.
Por su parte, Argentina, que se destaca en el informe Ember por haber llegado al 10% de generación eólica y solar, ha mostrado un notable desarrollo en el campo de aprovechamiento de sus enormes zonas de vientos. Más del 78% de la generación de energía eólica durante el 2021 llegó a través de los proyectos de la Cámara Eólica Argentina (CEA), una entidad que agrupa a los principales generadores, tecnólogos y fabricantes que integran la cadena del sector de las renovables.
Actualmente, Argentina cuenta con 187 proyectos operativos que suman más de 5 GW de potencia (5.181,74 MW) a la matriz energética nacional, permitiendo abastecer la demanda eléctrica de 5,3 millones de hogares aproximadamente.
Chile se había colocado la meta de llegar al año 2025 con una capacidad de generación instalada en las plantas de energías renovables no convencionales (ERNC), equivalente al 20% de la matriz energética del país. Pero esa meta se cumplió con creces seis años antes. En octubre, las ERNC alcanzaron los 5.828 MW de capacidad instalada, lo que actualmente equivale el 23% de toda la generación de electricidad del país.
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