Nueva Delhi y Bangladesh encabezaron un año más la lista de capitales y países con la peor calidad del aire en 2021, según el último informe anual de contaminación del aire publicado por la suiza IQAir, una posición que no han abandonado en los últimos cuatro años, entre escasos progresos.
”Bangladesh y la India tienen principalmente emisiones de vehículos, desechos industriales, generación de energía y también congestión de biomasa que a menudo se usa para cocinar. Junto a la construcción y la quema agrícola, esta combinación de fuentes realmente conduce a grandes cantidades de contaminación del aire”, explicó a Efe la directora ejecutiva de IQAir NorteAmérica, Glory Dolphin.
Este problema, que ha llevado tanto a Bangladesh como a la capital de la India a ser desde 2018 -año en que comenzaron los registros- el país y la capital más contaminados, no parece tener solución a corto plazo, con recientes progresos motivados principalmente por las restricciones de la pandemia, en lugar de por serias políticas medioambientales.
En el lado positivo, los lugares con menos contaminación, según el ránking, fueron Nueva Calcedonia y su capital Noumea.
PLAN SIN AVANCES EN NUEVA DELHI
Nueva Delhi volvió a ser en 2021 la capital donde sus ciudadanos respiraron el peor aire del mundo, tras registrar una media de 85 μg/m3 de partículas PM2.5 -las más dañinas para la salud humana-, pese a las restricciones de movimiento impuestas a lo largo del año para combatir la covid-19.
Una cifra que supone un leve aumento respecto a 2020, cuando el confinamiento total que vivió la India situó la calidad del aire de Nueva Delhi en 84,1 μg/m3 de partículas PM2.5, el valor más bajo en los últimos cuatro años.
Antes del estallido de la crisis del coronavirus, dichos registros fueron muy superiores, ascendiendo en 2018 a 113,5 μg/m3 PM2.5 y en 2019 a 98,6 μg/m3 PM2.5.
Al contrario de lo esperado por la India, poco tuvo que ver en dicha mejora el Programa Nacional de Aire Limpio (NCAP, en inglés) aprobado en 2019 para combatir este problema por todo el país, aseguró a Efe el director de campañas de Greenpeace India, Avinash Chanchal, quien atribuyó el descenso de la contaminación a los “confinamientos periódicos y restricciones localizadas”.
Chanchal afirmó que este plan, pionero en el país asiático, solo logró un “lento progreso” en materia medioambiental, ante la desidia de las autoridades indias por “implementar todas las actividades previstas” en él.
El propio informe señala al respecto que “hay muy poca información” sobre estas actividades, “lo que hace difícil reflejar la insatisfacción del público con respecto a los lentos avances del programa”, y advierte de que entre el 20 y el 35 % de la contaminación de la India procede de la combustión de los motores de su flota de vehículos.
Y es que la contaminación del aire es un serio problema más allá de Nueva Delhi, puesto que el 48 % de las ciudades indias registraron en 2021 una concentración de PM2.5 superior a los 50 μg/m3, una cifra diez veces mayor a los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
”UNA CATÁSTROFE HUMANITARIA” EN BANGLADESH
El vecino Bangladesh continuó al frente de la lista de países con peor calidad del aire en 2021 lastrada por las 76,9 μg/m3 partículas PM2.5 que registró de media en todas sus ciudades.
Un ligero progreso con respecto al pasado año, cuando la media fue de 77,1 μg/m3 PM2.5, pero más positivo cuando se compara con los registros previos a la pandemia, que ascendieron a 97,1 μg/m3 PM2.5 en 2018 y a 83,3 μg/m3 PM2.5 el siguiente año.
Además de la reducción de la movilidad ocasionada por la crisis sanitaria, el presidente del departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Stamford en Dacca, Ahmad Kamruzzaman, explicó a Efe que “la prohibición de los motores de dos tiempos, y de los hornos ilegales de fabricación de ladrillos”, pudo haber contribuido a dicho descenso.
Sin embargo, precisó que existen otros dos obstáculos más complicados de sortear para el país, como “la meteorología y la brecha en la planificación urbana”, que al reducir el flujo del aire no permiten que el viento disipe los contaminantes de las urbes.
En este sentido, el secretario general del Movimiento Medioambiental de Bangladesh, Sharif Jamil, criticó a la clase política por ignorar “las consecuencias de la contaminación medioambiental” en un país tan densamente poblado como el suyo, que podrían ocasionar “una catástrofe humanitaria”.
”Nos dirigimos hacia daños irreparables. No puedes limpiar el aire si haces funcionar una central eléctrica a carbón. (...) Debes tener en cuenta estos problemas y hacer un plan integrado”, sentenció Jamil.
LA POSICIÓN DE AMÉRICA LATINA
América Latina y el Caribe han enfrentado varios desafíos de calidad del aire a medida que las ciudades regionales crecen y las poblaciones urbanas se expanden. El crecimiento de la población urbana es un problema de calidad del aire multifacético; a medida que aumenta la demanda de energía y transporte, también lo hacen las emisiones de PM2.5.
Los aumentos en la producción de energía generada por combustibles fósiles, los gases de escape de vehículos de flotas de vehículos obsoletos, el uso creciente de combustibles de estado sólido como fuente de calor en ciudades de bajos ingresos y la ausencia de regulación gubernamental sobre la calidad del aire contribuyen a la mala calidad del aire. A pesar de todo esto, la región de América Latina y el Caribe ha logrado algunos avances en 2021. Las concentraciones de PM2.5 a nivel de país cayeron en cuatro países de la región; Argentina, Brasil, Colombia y Costa Rica.
Si bien se han logrado algunos avances, las mejoras en la calidad del aire que se correlacionan con las cuarentenas obligatorias pandémicas han mostrado signos de erosión en 2021 con Perú, Chile y Ecuador ahora cerca de alcanzar o incluso superar los niveles de PM2.5 de 2019.
Los aumentos constantes en el uso de la quema de leña para calentar y cocinar en las ciudades regionales de bajos ingresos, combinados con tasas de precipitación más bajas, además de la movilización económica posterior a la cuarentena, son factores que han contribuido al aumento de este año.
De las 174 ciudades regionales que aportaron datos a este informe, solo 12 ciudades, que representan solo el 2% de la población regional, cumplieron con las pautas de calidad del aire de la OMS de 2021 para PM2.5
En 2021, la cantidad de estaciones de monitoreo de la calidad del aire en esta región aumentó en más del 50 % en comparación con 2020, con datos de calidad del aire en tiempo real ahora disponibles para otras 24 ciudades. Los países de Chile, Colombia y México tuvieron los mayores avances en el monitoreo de la calidad del aire con un aumento del 51 %, 38 % y 28 % en el número de estaciones de monitoreo, respectivamente. Los ciudadanos de esta región juegan un papel activo en el monitoreo de la calidad del aire.
Organizaciones e individuos locales ahora operan el 55% de las estaciones de monitoreo de la región, lo que destaca la efectividad de los esfuerzos comunitarios de los científicos ciudadanos para tomar la iniciativa de expandir las redes de calidad del aire. Uno de esos grupos es la Red Ciudadana de Calidad del Aire para la Primera Infancia de Aires Nuevos en América Latina, que opera numerosas estaciones de monitoreo de la calidad del aire en ocho países latinoamericanos; Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay [67].
A pesar de estos logros, queda mucho trabajo por hacer antes de que el monitoreo de la calidad del aire ambiental en esta región alcance a otras regiones del mundo.
CONCLUSIONES PESIMISTAS
El informe de calidad del aire mundial de 2021 reveló que solo el 3 % de las ciudades -222 de las 6.475 analizadas- cumplió con las últimas pautas anuales de calidad del aire de PM2.5 establecidas por la OMS, que recomienda no superar los 5 μg/m3. Ningún país alcanzó dichas expectativas.
Según la OMS, la contaminación del aire provoca anualmente cerca de cuatro millones de muertes en todo el mundo.
(con información de EFE)
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