La cumbre climática en Glasgow, Escocia (COP26) entró en la cuenta regresiva. Mientras la diplomacia mundial sigue debatiendo sobre la puesta en marcha del Acuerdo de París para frenar la suba de la temperatura global promedio en 1,5ºC, las voces de la sociedad civil y de los países vulnerables suenan cada vez más fuerte.
Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, dijo: “Lo que es muy preocupante aquí en Glasgow es que el primer borrador del texto del pacto climático es ya excepcionalmente débil. Por lo general, el texto comienza con cierta ambición, que luego se diluye. Para mantener vivo el 1,5ºC, hay que añadir cuatro palabras: ‘eliminación de los combustibles fósiles’, y los países deben volver el año que viene para cerrar la brecha”.
Edwin Namakanga, de 27 años, de Uganda, es un activista climático de Fridays for Future y de la organización Personas y Zonas Más Afectadas, que llegó a la COP a bordo del barco Rainbow Warrior de Greenpeace la semana pasada, con un mensaje para los líderes mundiales: dejen de fallarnos. “En mi vida he visto de primera mano el impacto destructivo de la crisis climática, que todo el mundo sabe que está impulsada por los combustibles fósiles.
El resultado de Glasgow debe ser el fin de los nuevos combustibles fósiles, y debe haber un apoyo financiero adecuado para los países del Sur Global. Necesitamos solidaridad y una transición justa hacia las energías renovables, porque todo lo que no sea eso es una sentencia de muerte para pueblos, países y zonas enteras.”, indicó.
El presidente de la cumbre, Alok Sharma, recogió el guante y en su conferencia de prensa diaria reconoció: “Queda una montaña por escalar en los próximos días y que el tiempo se agota. Ha habido algunos avances, pero aún no son suficientes. 1,5ºC es lo que necesitamos para sobrevivir... 2 grados es una sentencia de muerte... La ventana para mantener 1,5ºC al alcance se está cerrando”.
Desde hoy los países trabajarán en nuevo un borrador del comunicado de la cumbre abierto a comentarios. Los negociadores de la COP26 sólo tienen tres días más (oficialmente) para llegar a un acuerdo que sirva de base para que los países afronten la crisis climática, y tratarán de concretar un texto final para que los países lo firmen. Sin embargo, las ONGs agrupadas en Climate Action Network (CAN) ya dijeron ayer: Les recomendamos que cambien su ticket de regreso”, por la posible extensión de la reunión durante el fin de semana.
“Mientras las Partes se enfrascan en los detalles técnicos se olvidan de lo que es realmente importante y, en última instancia, de lo que se trata: las personas, un planeta sano y la ambición necesaria para mantener el calentamiento por debajo de 1,5ºC. La integridad del medio ambiente y de los ecosistemas requiere garantizar que no haya una doble contabilidad, que no se permita el traspaso y que se estimen de forma conservadora las reducciones/absorciones de emisiones realmente adicionales. La razón por la que esto es importante es la gente. No se puede permitir que se cuenten las reducciones dos veces, que no se capturen totalmente las emisiones del sector de la tierra y que se incluyan las reducciones de emisiones pasadas (anteriores a 2020) para cumplir los compromisos nacionales posteriores a 2020. Simplemente no tiene sentido en un mundo en el que necesitamos acciones nacionales ambiciosas”, expresó CAN en su boletín diario.
Kate Blagojevic, responsable de clima de Greenpeace Reino Unido, declaró: “La presidencia británica ha defraudado a las naciones más vulnerables al apoyar un primer proyecto de texto tan débil. Alok Sharma todavía puede arreglar esto e insistir en que los líderes mundiales mejoren su juego a través de compromisos más fuertes sobre la eliminación de los combustibles fósiles y el aumento significativo de las promesas sobre la financiación de la adaptación en el próximo proyecto. Y esa acción puede empezar en el Reino Unido hoy mismo, descartando todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles, incluido el yacimiento petrolífero de Cambo, y asegurándose de que las contribuciones de financiación climática del Reino Unido no se coman el presupuesto de ayuda”.
Climate Action Tracker le puso números a la falta de compromiso: “En París, todos los gobiernos prometieron solemnemente acudir a la COP26 con compromisos más ambiciosos para cerrar la enorme brecha de emisiones de 2030 que ya era evidente en 2015. Tres años más tarde, el Informe Especial del IPCC sobre 1,5°C reforzó el imperativo científico y, a principios de este año, se llamó a un “código rojo” climático. Ahora, en el punto medio de Glasgow, está claro que hay una enorme brecha de credibilidad, acción y compromiso”.
“La aplicación de las políticas sobre el terreno avanza a paso de tortuga. Con las políticas actuales, estimamos que el calentamiento al final del siglo será de 2,7 °C. Aunque esta estimación de la temperatura ha disminuido desde nuestra evaluación de septiembre de 2020, los nuevos e importantes avances políticos no son el factor determinante. Tenemos que ver un profundo esfuerzo en todos los sectores, en esta década, para descarbonizar el mundo para estar en línea con 1,5°C”, agregó la organización que realiza los cálculos en base a los anuncios de los países.. El escenario para el corto plazo, es aún peor. “Los objetivos para 2030 siguen siendo totalmente inadecuados: los objetivos actuales para 2030 (sin compromisos a largo plazo) nos sitúan en la senda de un aumento de la temperatura de 2,4 °C para finales de siglo”.
Contra las fake news
Las noticias falsas y la desinformación también se colaron ayer entre las discusiones en la cumbre. La arquitecta del Acuerdo de París, Laurence Tubiana, el peruano Manuel Pulgar-Vidal, Bill Hare y los principales socios de la COP26, como Sky y SSE PLC, están entre los que piden a los principales anunciantes y plataformas digitales como Facebook que definan la desinformación climática y apliquen políticas integrales para evitar su difusión. A nivel mundial, las grandes marcas gastan US$2.600 millones en publicidad en sitios de desinformación.
“El problema que intentamos resolver es que muchas de las grandes plataformas tecnológicas no tienen actualmente políticas de desinformación climática. En agosto de 2021, un estudio de Newsguard y Comscore descubrió que las grandes marcas gastaban 2.600 millones de dólares en publicidad en sitios de desinformación. Está claro que existe un riesgo importante de que la COP26 se vea gravemente perjudicada por la desinformación o incluso que la violencia se inspire en esa desinformación. Esto debe cambiar.”, dice la carta que busca más adhesiones.
“En octubre de 2021, Google, en colaboración con la Red de Publicidad Consciente, anunció una nueva política de monetización para los anunciantes de Google, los editores y los creadores de YouTube que “prohibirá los anuncios y la monetización de contenidos que contradigan el consenso científico bien establecido sobre la existencia y las causas del cambio climático”. Esta medida envía una fuerte señal a todas las grandes empresas tecnológicas de que deben hacer más para frenar la desinformación sobre el clima.”, agregan.
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