El primer ministro británico y anfitrión de la conferencia COP26, Boris Johnson, se declaró el martes “prudentemente optimista” sobre las posibilidades de lograr un acuerdo mundial para frenar un calentamiento global descontrolado.
“Todavía queda un largo camino por recorrer”, advirtió en rueda de prensa al término de dos días de cumbre que reunió a unos 120 jefes de Estado y de gobierno en el inicio de una negociaciones, previstas hasta el 12 de noviembre, que se anuncian complicadas.
Ayer, el mandatario británico había adelantado que la indignación mundial será “incontenible” si los líderes reunidos en Escocia para la gran cumbre de la ONU sobre el cambio climático se limitan a hablar y no actúan.
“Todas esas promesas no serán más que bla, bla, bla” y “la ira y la impaciencia del mundo serán incontenibles a menos que hagamos de esta COP26 en Glasgow el momento en que abordamos en serio el cambio climático”, afirmó.
“Solo doce miembros del G20 se han comprometido a alcanzar las cero emisiones netas en 2050 o antes” y cerca de la mitad del grupo no ha presentado “planes mejorados sobre cómo se recortarán las emisiones de carbono”, tal como se comprometieron en 2015, afirmó el lunes el primer ministro británico en una rueda de prensa.
“Los países con mayor responsabilidad en las emisiones, tanto en la perspectiva histórica como en el presente, todavía no están asumiendo la parte justa del trabajo”, agregó Johnson.
Aunque reconoció los recientes avances como los compromisos anunciados por Arabia Saudita, Australia o Rusia para alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2 y destacó que Washington haya anunciado que duplica las ayudas climáticas, reiteró que todo ello no basta: “Estos compromisos son bienvenidos, pero son gotas en un océano que se calienta rápidamente”.
Los países del G20 expresaron en Roma su compromiso de “esforzarse” para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, aunque acotaron sus compromisos sobre descarbonización a la vaga fórmula de que ésta se cumplirá “en torno a mitad de siglo”.
La firma del acuerdo
Un centenar de líderes mundiales firmaron el martes compromisos para reducir sus emisiones del muy contaminante metano y acabar con la deforestación en 2030, buscando impulsar unas negociaciones complicadas.
En el tercer día de la COP26, los mandatarios acordaron recortar en un 30% al final de esta década sus emisiones de metano.
Este “es uno de los gases que podemos reducir más rápidamente”, subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, junto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recordando que dicho gas es responsable de “cerca del 30%” del calentamiento global acumulado desde la revolución industrial.
El metano tiene un efecto invernadero 80 veces más potente que el CO2 y sus fuentes, como las minas de carbón a cielo abierto y el ganado, han recibido relativamente poca atención hasta ahora.
Pero, pese al liderazgo de Estados Unidos y la Unión Europea y la inclusión de grandes productores de vacuno como Brasil y Argentina, solo representan algo más del 40% de las emisiones mundiales de metano.
Destacan las ausencias de China, India y Rusia, tres de los cinco mayores emisores del planeta, y especialmente este última, gigante de la extracción de gas, con un elevado porcentaje de escapes de metano en sus gaseoductos de distribución a Europa.
Con información de AFP
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