Reducir las emisiones de metano, un objetivo clave de la COP26

Este gas es 80 veces más potente que el CO2; lo generan la industria petrolera y la deforestación y la ganadería

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El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y el gas metano (Fuente Organización Meteorológica Mundial)

La acumulación de gases contaminantes marcó un nuevo récord esta semana. Aunque estos gases, como el CO2 o el metano, son fundamentales para la vida en el planeta ya que nos protegen de los rayos UV del sol, la acumulación que ocurre desde la Revolución Industrial hace que esa protección se transforme en una amenaza. Esta capa, cada vez más engrosada, retiene el calor en la Tierra y deja menos posibilidad de que los rayos vuelvan a salir fuera de la atmósfera.

La concentración de dióxido de carbono (CO2), el más abundante de los gases de efecto invernadero, alcanzó en 2020 las 413,2 partes por millón (ppm) y se sitúa en el 149 % de los niveles preindustriales.

En cuanto al metano (CH4) y al óxido nitroso (N2O), sus concentraciones equivalieron, respectivamente, al 262 % y al 123 % de los niveles de 1750, el año elegido para representar el momento en que la actividad humana empezó a alterar el equilibrio natural de la Tierra.

“La ralentización económica causada por la COVID-19 no tuvo ningún efecto evidente en los niveles atmosféricos de los gases de efecto invernadero ni en sus tasas de aumento, aunque sí se produjo un descenso transitorio de las nuevas emisiones”, explicó durante el anuncio hace 48 horas la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El metano es aproximadamente 80 veces más potente que el dióxido de carbono para calentar el planeta. Es el componente más grande del gas natural, usado como combustible, y las fugas pueden ser causadas por operaciones de perforación convencionales mal construidas, pozos de gas de fracking, gasoductos y otra infraestructura de combustibles fósiles. También se quema metano en algunos sitios de producción de petróleo.

Retener tales fugas o capturar el metano en su lugar se puede hacer a bajo costo e incluso puede ser rentable para los productores de gas, especialmente ahora que el precio internacional del gas se dispara. Solo unos pocos productores clave (Rusia, EE.UU., China y Canadá) podrían tener un impacto masivo.

Fuente: Informe Brecha de Emisiones 2021. UNEP.
Fuente: Informe Brecha de Emisiones 2021. UNEP.

Lord Adair Turner, presidente de ETC, dijo: “Está claro que si sumas las NDC (los compromisos presentados por los países para la próxima COP26), no son lo suficientemente grandes como para mantenernos en 1,5 ° C. Queda una gran brecha. Pero hay algunas acciones que se pueden imaginar grupos de países que podrían cerrarla”.

Pero no sólo la industria energética tiene una responsabilidad frente al metano. En países como Brasil o la Argentina, la producción de carne y lácteos también lo genera por los gases del ganado. Y revela que las mayores empresas y países productores de carne y productos lácteos del mundo están haciendo poco o nada para reducir las emisiones de metano.

El informe, elaborado por los grupos ecologistas Changing Markets Foundation y Feedback, clasifica los objetivos climáticos y las acciones de las 20 mayores empresas cárnicas y lácteas, centrándose en el metano y concluye que es necesario un Compromiso Mundial sobre el Metano. Este, uno de los acuerdos clave que se anunciarán en la Cumbre del Clima de la ONU, incluye tomar medidas más contundentes en los usos de la tierra. La ganadería es responsable de casi un tercio de las emisiones de metano, pero las medidas, como los cambios en la dieta, que ofrecen el mayor potencial de reducción, están en gran parte ausentes del compromiso.

El reporte dos dos organizaciones ecologistas revela que sólo 2 de los 18 mayores países productores de carne y lácteos tienen objetivos o planes para reducir el metano de su sector ganadero (EFE)
El reporte dos dos organizaciones ecologistas revela que sólo 2 de los 18 mayores países productores de carne y lácteos tienen objetivos o planes para reducir el metano de su sector ganadero (EFE)

El reporte revela que sólo 2 de los 18 mayores países productores de carne y lácteos tienen objetivos o planes para reducir el metano de su sector ganadero. Ningún país ha realizado recortes significativos en las emisiones de metano de la agricultura en los últimos 5 años y algunos, como los Países Bajos y Brasil, han visto aumentar las emisiones.

En el mundo empresarial, en tanto, ninguna de las compañías analizadas informan sobre sus emisiones de metano ni tiene planes concretos para reducirlas. Hay 18 empresas que han invertido en alternativas a la carne, pero esto representa una fracción de su gasto total. La brasileña JBS, el mayor procesador de carne del mundo, gastó 409 millones de dólares en la compra de la empresa de alimentos de origen vegetal Vivera en 2021, pero gastó 1.400 millones de dólares en la adquisición de empresas de carne y pescado.

El Gobierno argentino defiende la postura del campo

En la Argentina y, ante la difusión de algunas conclusiones de los reportes internacionales que fueron rechazadas por los sectores agroindustriales, filtradas por la BBC el gobierno del presidente Alberto Fernández cerró filas con el sector.

Según ese informe, el Gobierno argentino pidió al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que se eliminen o cambien pasajes del documento que se refería a “dietas basadas en plantas” como una forma de luchar contra el cambio climático, o que describían la carne vacuna como un alimento “con alto contenido de carbono”. También se pidió eliminar referencias a propuestas que gravan la carne roja y a la campaña internacional “Lunes sin carne”, que insta a las personas a abstenerse de proteínas animales por un día.

Esta acción incluso fue lanzada por el Ministerio de Ambiente de la Nación y es un nuevo contrapunto al discurso del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que apoya estas restricciones o innovaciones en la producción agroindustrial y que pidió públicamente un plan de transición energética para saber hasta cuándo la Argentina va apostar por el fracking en Vaca Muerta y la exploración off shore.

Argentina quiere dar la discusión destacando que el país emite el 0,7% del carbono total del planeta, y que los compromisos asumidos para reducir emisiones hacia 2030 son 27,7% más ambiciosas que las fijadas años atrás, con el Acuerdo de París. Sin embargo, el país está en el puesto 22 de los países contaminantes y si se hace un conteo per cápita, un argentino genera las mismas emisiones que un francés o un italiano.

En Argentina el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de los usos de la tierra, es decir agricultura y ganadería. Y, aunque se computen por separado, la deforestación y los incendios intencionales están directamente relacionados a la expansión de la frontera agropecuaria.

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