Al sur del Ecuador, en las provincias de El Oro y Loja, un grupo de investigadores descubrió una nueva especie de pájaro pinzón. El nombre científico de la nueva especie es “xanthothorax”, derivado del griego que significa “pecho amarillo”, la que es la principal característica de esta nueva subespecie de pinzón que habita las montañas nubladas al sur del río Jubones.
Chlorospingus flavopectus es una familia de pájaros pequeños que son muy activos y sociales, que viven en bosques húmedos siempre verdes y bosques de pino en las estribaciones y tierras altas. Este es un miembro ampliamente distribuido de los gorriones y pinzones del Nuevo Mundo y se encuentra entre las especies de aves neotropicales más variables y complejas. Esta familia cuenta con hasta 28 subespecies que habitan el bosque montano desde el sur de México hasta Argentina y presenta un patrón de salto recurrente, con muchos linajes genéticamente diferenciados, pero taxones –grupos de organismos emparentados– aún más distinguibles morfológicamente.
La subespecie de ave –que fue descubierta– de los bosques húmedos, explican los científicos, se distribuye a lo largo de la vertiente andina oriental –desde el sur de Colombia hasta el norte de Perú– y en parches localizados a lo largo de las vertientes central y suroeste de los Andes ecuatorianos, en los remanentes forestales de Chimborazo, El Oro y las provincias adyacentes de Loja.
Estas aves miden entre 12 y 14 centímetros de longitud, desde la punta del pico hasta la punta de la cola. Los pájaros tienen plumajes entre verde olivo con gris, en las partes dorsales, y amarillo. En cambio, el pico es oscuro. En cuanto a la alimentación, estas aves consumen, principalmente, insectos que capturan entre el follaje de árboles y arbustos o entre la vegetación.
Los investigadores han explicado que el xanthothorax pertenece al grupo de Chlorospingos Cenizos. Este grupo corresponde a las aves endémicas de la región del Chocó Andino, la cual es altamente biodiversa que Ecuador comparte con Colombia.
El equipo investigador estuvo integrado por científicos del Instituto Nacional de Diversidad, del Comité Ecuatoriano de Registros Ornitológicos (CERO), de la Universidad de los Andes, de la Universidad Nacional de Colombia, de la San Francisco de Quito, del Museo de Historia Natural, la Universidad Sorbona de París y del Museo Americano de Historia Natural.
Los investigadores trabajaron cinco años para determinar los factores morfológicos que permitieron declarar el descubrimiento de la nueva especie de ave. Incluso, explican los científicos, inicialmente se creyó que el ave pertenecía a la especie Chlorospingo Común, de la amazonía de Colombia, Ecuador y Perú. Sin embargo, los análisis genéticos les permitieron identificar que las aves tienen similitudes genéticas en su plumaje, pero se diferencian en su canto y color de ojos.
De acuerdo al portal web especializado en aves de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el país andino, pese a su pequeño tamaño, se encuentra entre los cinco países con mayor diversidad de aves en el mundo. La lista de especies registradas en Ecuador tiene más de 1690 especies distribuidas entre el Ecuador continental y las Islas Galápagos.
La elevada diversidad de aves, se lee en el portal, está asociada a la diversidad de ecosistemas. Algunos de los factores más determinantes son la presencia de la cordillera de los Andes, que divide al país en dos regiones tropicales enteramente separadas entre sí. También, la convergencia de dos corrientes marinas frente a las costas del Ecuador, una fría proveniente del sur y una cálida proveniente del norte, es otro factor determinante. La presencia de la llanura amazónica en la cuenca alta del río Napo, considerada como una región de alto endemismo dentro de la Amazonía y las islas Galápagos, de reciente origen volcánico, también contribuyen a la biodiversidad de aves en el país andino.
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