Una nueva especie de araña cazadora fue descubierta en Ecuador

La especie fue bautizada en reconocimiento a la comunidad indígena Waorani que apoyó a los científicos para realizar el estudio

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Imagen de la Taczanowskia onowoka de Ecuador. (Foto: Ministerio del Ambiente).
Imagen de la Taczanowskia onowoka de Ecuador. (Foto: Ministerio del Ambiente).

Tres investigadores descubrieron la primera araña Taczanowskia onowoka de Ecuador. La nueva especie arácnida fue recolectada en una comunidad Waorani en la cuenca del río Curaray, en la provincia amazónica de Pastaza. Esta nueva especie de araña es la primera en ser descrita exclusivamente por científicos y científicas ecuatorianos en la historia de la zoología en el país.

La araña pertenece al grupo de Taczanowskia Keyserling, un género de arañas de la familia Araneidae, la tercera familia arácnida con mayor diversidad. Este tipo de arañas se encuentran en Sudamérica. El género de la nueva araña cazadora, es uno de los grupos más raros de arañas de la familia Araneidae, que tejen orbes. Solo hay cinco especies descritas: T. gustavoi en el sur de México, T.sextuberculata del sur de Brasil y Colombia; T. striata de Brasil y Perú; T. trilobata Simon, y T. mirabilis del norte de Argentina, Brasil, Bolivia, Perú y Colombia. Solo se han citado 17 especímenes en publicaciones, de acuerdo con los investigadores.

La especie fue bautizada con el nombre: “onowaka”, que acompaña al tipo de familia a la que pertenece. Onowaka significa espíritu en Wao Tededo, el idioma de la nacionalidad Waorani. El nombre representa un reconocimiento hacia el pueblo originario ecuatoriano, que tiene una gran conexión con la biodiversidad y la Amazonía. La elección del nombre también se dio porque la comunidad dio apoyo y autorizó a los investigadores para que puedan realizar el estudio en sus territorios.

Los científicos han determinado que la Taczanowskia onowoka de Ecuador tiene dos tubérculos en el opistosoma –similar al abdomen–, un patrón de coloración claro-oscuro en parches distintivos con manchas oscuras concentradas hacia el margen anterior y en las puntas laterales. La cazadora tiene pequeños haces de setas blancas que forman un retículo a través de la parte dorsal del opistosoma, y los dos primeros fémures gruesos pero sin dientes en el margen. Estas arañas se paran sobre hojas y utilizan las largas uñas de sus patas como cuchillos para cazar a sus presas.

La cuenca del río Curaray, donde fue encontrada la nueva especie, es parte de uno de los puntos críticos de biodiversidad más importantes del mundo: la cuenca del río Napo. Esta cuenca posee “una inmensa cantidad de especies diferentes de flora y fauna que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta”, según la información proporcionada por el Ministerio del Ambiente de Ecuador.

De acuerdo con el sitio EcoRegistros, que compila información sobre especies animales, en el Ecuador hay 20 especies de arácnidos y 13 formas con tratamiento particular que no son consideradas a nivel de especie.

Las arañas cazadoras son errantes, nocturnas, de mediano o gran tamaño y tienen seis ojos. La información de esta especie, publicada en la plataforma iNaturalist, explica que el veneno de las arañas cazadoras es irrelevante para el ser humano. Sin embargo, la picadura es dolorosa y es el equivalente a pincharse con un rosal. Estas arañas no son consideradas como animales agresivos. En general, al detectar la presencia humana, las cazadoras intentan huir o permanecen inmóviles tratando de pasar desapercibidas.

Hasta la fecha, en el mundo se han descrito 22 especies de arañas cazadoras pertenecientes a distintas familias. Para encontrar estas especies se han requerido más de 7.400 observaciones.

Las arañas, independientemente de su especie, se alimentan principalmente de insectos. Sin embargo, se ha observado que algunas arañas grandes comen gusanos, caracoles e incluso vertebrados pequeños como ranas, lagartijas, aves y murciélagos. Un estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia estima que las arañas comen de 400 a 800 millones de toneladas métricas de insectos anualmente. Esto es el equivalente al consumo anual de carne y pescado de los seres humanos.

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