El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, trató este martes de “mocosa” a Greta Thunberg, luego de que la joven activista sueca denunciara el asesinato de dos indígenas en la Amazonía y lo vinculara a la deforestación ilegal.
“Greta ya dijo que los indígenas murieron porque estaban defendiendo la Amazonía”, ironizó el presidente. “Es impresionante que la prensa le dé espacio a una mocosa como ella, una mocosa”, agregó, al responder preguntas de periodistas cuando salía de su residencia oficial en Brasilia.
Thunberg, de 16 años, reaccionó ante la declaración del mandatario brasileño en sus redes sociales: sustituyó la descripción de su perfil de Twitter por la palabra “Pirralha” (“mocosa” en portugués).
La activista ya había usado esa estrategia en septiembre, cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, irónicamente dijera que parecía “una joven muy felíz con expectativas de un futuro maravilloso” luego de pronunciar un duro discurso ante la ONU.
La activista sueca, que se ha convertido en un ícono de la juventud preocupada con el cambio climático, condenó el asesinato a tiros el pasado fin de semana de dos indígenas guajajara en el interior de Maranhao, noreste de Brasil.
“Los pueblos indígenas están literalmente siendo asesinados por intentar proteger la selva de la deforestación ilegal. Una y otra vez. Es vergonzoso que el mundo permanezca en silencio sobre esto”, escribió en Twitter, donde tiene más de tres millones de seguidores.
El ataque, que está siendo investigado por las autoridades brasileñas, ocurrió menos de cuarenta días después del asesinato de otro líder indígena en la misma región.
En 2019 han muerto siete líderes indígenas por conflictos en el campo, el número más alto en por lo menos una década, informó la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) en un informe preliminar divulgado este martes. Dos líderes indígenas murieron por la misma causa en 2018.
“Vivimos en una época en que el Estado es el promotor de las agresiones. En este momento político que vivimos, los responsables por la violencia decidirán si estos pueblos indígenas no tienen derechos y tienen que ser eliminados. Estamos viendo una masacre”, dijo el coordinador de la CPT, Paulo Moreira.
Bolsonaro, que defiende la expansión de actividades agropecuarias y mineras en la selva tropical, afirmó este martes que “cualquier muerte preocupa” y que su gobierno es “contrario a la deforestación ilegal”.
Organizaciones ambientalistas y de derechos humanos acusan al presidente brasileño de promover políticas que debilitan la protección del medio ambiente y de los pueblos indígenas.
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