El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se sumó el miércoles a las críticas contra la activista ambiental Greta Thunberg, quien acaba de encabezar masivas manifestaciones en todo el mundo contra el cambio climático, y de exponer ante la Asamblea de las Naciones Unidas.
Putin dijo que consideraba que Thunberg era una “adolescente poco informada” que está siendo utilizada por adultos, y agregó que no comparte el entusiasmo que despertó su discurso en la ONU, en el que denunció la insuficiencia de las actuales medidas contra la contaminación y responsabilizó a los principales líderes del mundo.
Durante un foro energético celebrado titulado ‘Asociación energética para el crecimiento sustentable’ celebrado en Rusia, el presidente afirmó: “Nadie le ha explicado a Greta que el mundo moderno es complejo y diferente y que... la gente en África o en muchos países asiáticos quiere tener el mismo nivel de riqueza que tienen en Suecia".
Y agregó: "Que vaya y les explique a los países en vías de desarrollo por qué deberían seguir viviendo en la pobreza y no ser como Suecia”, en relación a la demanda de los activistas de limitar el uso de combustibles fósiles.
“¿Y cómo pueden lograrlo? ¿Utilizando la energía solar que hay en abundancia en África? ¿Alguien le ha explicado cuánto cuesta eso?”, se preguntó el presidente al sostener que el petróleo “preservará sus ventajas en los próximos 25 años”.
Además, aunque reconoció que aunque celebra que los jóvenes llamen la atención sobre los problemas ecológicos “y hay que apoyarlos”, “cuando alguien usa a los niños y adolescentes para sus intereses, eso merece una condena”.
“Estoy seguro de que Greta es una chica amable y muy sincera. Pero los adultos deben hacer todo lo posible para no llevar a los adolescentes y a los niños a situaciones extremas”, completó el mandatario ruso.
Aunque no hizo referencia a quién o qué grupos estarían utilizado a Greta y otros jóvenes, la crítica coincide con las de varios líderes como Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil y posible embajador en Washington, quien dijo que la adolescente era financiada por el magnate George Soros.
También el presidente de EEUU Donald Trump se burló de Thunberg y el congresista canadiense Maxime Bernier la calificó de “alarmista” y dijo que era mentalmente inestable.
La activista respondió que las burlas y críticas contra los jóvenes que estaban protestando reflejaban que su mensaje se había vuelto “muy difícil de manejar”.
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