En 2050, cuando el 70% de los habitantes del mundo sean urbanos, la quinta parte de las ciudades tendrán "condiciones climáticas nunca vistas", según un estudio de la universidad de ciencia y tecnología ETH Zurich, de Suiza. El trabajo analizó 520 metrópolis con más de 1 millón de habitantes, entre ellas varias capitales emblemáticas como Londres (que conocerá la temperatura de Barcelona) o Washington DC (que será como Nashville pero sin música country y con más amplitud térmica y pluvial).
Los investigadores analizaron las condiciones climáticas actuales de esas ciudades, como lluvias y variaciones en las estaciones, y proyectaron qué sucedería si la temperatura global aumentara otro 0,5ºC, y se acercase así al objetivo menor que se fijó en 2015 en el Acuerdo de París, 1,5ºC. El resultado reveló que "el 22% de las ciudades tendrán condiciones climáticas que actualmente no se dan en ninguna de las más importantes". En general los cambios se percibirán en el 77% de los centros urbanos.
En síntesis, se vivirá con más calor, aridez más intensa y lluvias y fenómenos como ciclones y monzones más pronunciados. "Es un cambio en las condiciones climáticas que probablemente aumente el peligro de inundación y sequía extrema", dijo a Reuters Jean Francis Bastin, coautor del informe. "Son condiciones desconocidas".
El cálculo no apunta al peor escenario. "Queríamos conocer la estimación más conservadora de cómo sería en 2050 el clima de las 520 ciudades principales", dijo a National Geographic Tom Crowther, otro coautor del estudio publicado en PLOS ONE. "Encontramos cambios enormes".
Milán se sentirá como Dallas; Hamburgo, como San Marino; Estocolmo, como Budapest; México, como Gaborone; Caracas, como Beirut; Río de Janeiro como La Habana; Buenos Aires, como Sydney; San Francisco, como Lisboa; Nueva York, como Virginia Beach: esos y otros ejemplos se muestran en el mapa interactivo que creó el Crowther Lab, de ETH Zurich.
En trazo grueso, las ciudades del hemisferio norte tendrán un clima como el que hoy tienen los centros urbanos ubicados 1.000 kilómetros hacia el sur, es decir, hacia la línea del Ecuador. "En Europa los veranos y los inviernos se volverán considerablemente más cálidos hacia 2050, con aumentos promedio de 3,5ºC y 4,7ºC respectivamente, en comparación con 2000″, detalló NatGeo.
Pero en detalle, existen 115 ciudades —el 22% de las estudiadas— que tendrán condiciones impredecibles. En esos lugares los cambios presentarán "climas novedosos". Muchas de ellas están en los trópicos como Kuala Lumpur, Jakarta o Singapur, y los cambios principales no serán tanto del rango de la temperatura sino de las precipitaciones extremas y más frecuentes, combinadas con sequías más severas e intensas.
"Queremos ayudar a que la gente visualice el impacto del cambio climático en sus propias ciudades y dentro de su tiempo de vida", agregó Bastin. Sin embargo, al utilizar una medida conservadora, es posible que ofrezcan una visión moderada. Las emisiones de carbono reales son mucho más altas, y podrían impactar en un aumento de la temperatura no de hasta 1,5ºC, sino de hasta 3ºC o 4ºC.
Con un aumento global en promedio de 2,4ºC, no sólo morirán los corales: en las naciones más pobres se verán afectados los servicios básicos —agua, entre ellos— y aumentarán los desastres climáticos, con el resultado de una mayor marginalización de los ciudadanos. En Medio Oriente el mayor calor y la sequedad más intensa tendrán consecuencias en la producción de alimentos, también.
Crowther calificó como "horribles" las implicancias del estudio para la mayor parte de las ciudades analizadas. Y Bastin advirtió a Reuters: "Sin duda necesitamos cambiar muy rápidamente el modo en el que habitamos el planeta".
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