En los últimos años, los veranos han sido mucho más calurosos que décadas atrás y se prevé que esta tendencia se mantenga en el futuro próximo. Para sobreponerse a las temperaturas tan altas, las personas han optado por mecanismos como el aire acondicionado, pero su uso excesivo puede contribuir a que el problema ambiental se agrave.
Una fehaciente prueba de esta problemática se vivió en una región de Europa en junio cuando una ola de calor golpeó esa zona y, de hecho, expertos mencionaron que se trataba del mes más caluroso jamás registrado.
Los sistemas de aire acondicionado y calefacción son una total ventaja e incluso se tornan necesarios para los espacios en donde no se resiste el calor, como en zona de África o Asia, incluso en áreas de Brasil hay territorios en los que el calor es insoportable
De acuerdo con el reporte Perspectivas escalofriantes, proveer enfriamiento sostenible para todos, hecho por el equipo de Energía Sustentable para Todos del Banco Mundial, los sistemas de refrigeración son esenciales para mantener las actividades que podrían traducirse en un desarrollo sostenible.
El estudio remarca que para finales de este siglo, "si las emisiones de carbono continúan en su trayectoria actual, tres cuartas partes de la humanidad enfrentarán un calor mortal".
Las implicaciones económicas y sociales del intenso calor y la falta de sistemas de enfriamiento serán, por ejemplo, que para 2050, las horas de trabajo perdidas debido a las altas temperaturas afectarían en un 6% el PIB anual.
Si bien la inaccesibilidad a los sistemas de calefacción en los países en desarrollo podría ocasionar que se pierda hasta el 50% de los alimentos que estos cosechan, resulta paradójico que esos mismos dispositivos podrían llegar a agravar el problema ambiental.
Las causas de este círculo vicioso se hallan en el hecho de que a mayor demanda de la refrigeración, los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero aumentan y así se elevan las temperaturas, lo cual provocaría que el acceso a esos dispositivos sea aún más crítico.
En ese contexto, Jonathan Patz, investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, advirtió de que si el "uso ascendente de aire acondicionado depende de la energía derivada de los combustibles fósiles, la contaminación atmosférica causará más enfermedades y muertes".
De acuerdo con María José Gonzáles Rivas, editora digital del Banco Mundial, los aparatos de refrigeración convencionales como los refrigeradores, aires acondicionados y enfriadores a escala industrial representan "hasta el 10% de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero".
¿Cómo puede la población de las naciones en desarrollo adoptar una refrigeración correcta, eficiente, asequible y sostenible? En un texto publicado en el diario español El País, González Rivas señala que son necesarias políticas que ayuden a reducir e enfriamiento en edificios residencias, comerciales e industriales.
También es significativo que los gobiernos actúen de manera que los fabricantes se sientan alentados a mejorar la eficiencia energética de sus productos de refrigeración y así reducir los niveles de emisiones que contribuyen al calentamiento global.