Al menos 537 buitres, pertenecientes a especies en peligro de desaparecer, y dos águilas fueron envenenados en el norte de Botswana, al sur de África, por cazadores furtivos y traficantes de marfil, anunció el gobierno de ese país la semana pasada.
Estos animales se alimentan de la carroña y se sirvieron de los cuerpos de tres elefantes que, luego de ser asesinados por su marfil, fueron rociados con veneno.
Al conocerse el hecho, los conservacionistas aseguraron a la prensa local que los cazadores furtivos atacaron a las aves, dos águilas pardas y 537 buitres que comprenden cinco especies diferentes, debido a que sus actividades de recolección, en particular la carroña, alerta a las autoridades sobre la presencia de los cazadores.
La actividad de recolección de los buitres, en particular la carroña, alertan a las autoridades sobre la presencia de los cazadores, por lo que los cazadores decidieron envenenarlas.
"Los buitres son centinelas de los animales cazados furtivamente, por lo que están siendo atacados directamente", dijo Kerri Wolter, CEO y fundadora de la organización de conservación VulPro a Kimon de Greef del New York Times.
Según la declaración del gobierno, entre los muertos hay 468 buitres de espalda blanca, 28 buitres encapuchados, 17 buitres de cabeza blanca, 14 buitres con cara de lepet y 10 buitres del cabo.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, todos estas especies están en peligro de extinción o en peligro crítico.
Además, los buitres de espalda blanca, en particular, alguna vez fueron comunes en África, pero ahora se encuentran entre las especies más amenazadas del continente y se estima que queda solo miles de ejemplares en libertad.
Por otra parte, Catrina Stewart, de Telegraph, señaló que es probable que las ramificaciones de este evento se extiendan mucho más allá del conteo de muertes iniciales debido a que esta es temporada de cría de buitres, muchos de los fallecidos eran padres nuevos; ahora, dejan a jóvenes huérfanos sin preparación para sobrevivir solos.
Según la declaración del gobierno, entre los muertos hay 468 buitres de espalda blanca, 28 buitres encapuchados, 17 buitres de cabeza blanca, 14 buitres con cara de lepet y 10 buitres del cabo.
"Los buitres son de maduración tardía y criadores lentos, la magnitud de perder casi 600 buitres en una semana es incomprensible", aseguró Wolter a BBC News y agregó: "La especie no puede soportar estas pérdidas y es imposible recuperar la desaparición de estos individuos y parejas reproductivas en nuestra vida".
Obstáculo para los cazadores y esenciales para el ecosistema
Los buitres que representar un obstáculo para los cazadores furtivos son esenciales para mantener un ecosistema saludable, explicó la Federación Africana de Vida Silvestre.
Los carroñeros ayudan a mantener el medio ambiente limpio y minimizan la propagación de enfermedades contagiosas. En la India, por ejemplo, donde los buitres han "desaparecido", según De Greef, las poblaciones de ratas y perros salvajes se han disparado, lo que aumenta la probabilidad de brotes de enfermedades graves.
Como informa De Greef, las aves se encontraron en un área de manejo de vida silvestre cerca de la frontera de Botswana y Zimbabwe, y esta no fue la primera matanza masiva.
En 2013, entre 400 a 600 buitres murieron después de comer un cadáver envenenado en la Franja de Caprivi de Namibia; entre 2012 y 2014, los investigadores catalogaron 2.044 muertes de buitres relacionados con la caza furtiva en siete países.
Si la caza furtiva de elefantes se vuelve más frecuente en Botswana, los buitres pagarán una parte del precio, cayendo presa del veneno que dejan los cazadores ilegales de marfil con la esperanza de evadir la detección. Por ahora, sin embargo, las autoridades se están centrando en descontaminar el área donde se encontraron las aves y en enviar muestras de los cadáveres de los animales para su análisis de laboratorio.
*Con información de Smithsonian y ABC.