Los estadounidenses comen e inhalan un estimado mínimo de entre 74.000 y 121.000 partículas de microplástico cada año, de acuerdo con un nuevo estudio publicado este mes en el journal Environmental Science & Technology, pero el número real es probablemente mucho más alto, ya que todavía no se tienen los datos suficientes para calcularlo.
Un grupo de científicos analizaron los datos provenientes de 26 estudios diferentes que midieron cuántas partículas de microplástico se encontraban en la comida que la gente consume y en el aire que respira. Encontraron información aceptable en las concentraciones de plástico entre mariscos, azúcares agregadas, sales, cerveza, agua y aire, pero quedaron pendientes de evaluar los granos, la verdura, la carne de res y de aves.
Los microplásticos son pequeñas partículas de menos de cinco milímetros de diámetro, que se fueron desgranando de sus distintos materiales de origen y que al no ser detectados y extraídos por los sistemas de filtrado de efluentes terminaron habitando ríos, lagos y ecosistemas marinos.
La mayoría proviene del polietileno, del polipropileno o del tan conocido PET, ese material con el que se fabrican casi todos los envases que consumimos. Se les puede encontrar en los productos más diversos: jabón, gel para la ducha, un protector solar o incluso en algunas pastas dentales
Basados en información oficial del gobierno de Estados Unidos con respecto a las prácticas alimenticias y las tasas de respiración locales, los investigadores del estudio calcularon entonces cuántos microplásticos consumían los habitantes de dicho país, aunque el gran total todavía se desconoce debido a las limitaciones metodológicas.
Los cálculos, admite el estudio, están incompletos, pero ofrecen una primera aproximación. Sin embargo, a pesar de los altos números que arrojó el estudio, los números incrementan incluso cuando se le agregan pequeños detalles a las dietas y al tipo de consumo de las personas.
Por ejemplo, si un individuo consume agua principalmente a través de botellas de plástico, podría agregarle unos 90.000 microplásticos adicionales al cálculo inicial.
"Debido a que ponemos demasiado plástico en diferentes en el medio ambiente, no es una sorpresa que esté volviendo a nosotros", explicó una de las autoras del estudio, Kieran Cox, candidata al doctorado en la Universidad de Victoria en Canadá.
De acuerdo con Cox, no tenemos ningún conocimiento sobre qué pasa cuando estas partículas entran en el cuerpo humano. "Sabemos que están en el medio ambiente, sabemos que están dentro de nosotros, ha sido un tema de preocupación desde hace varios años", dijo.
Canadá ya busca una solución al problema
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, adelantó que el país prohibirá desde 2021 los plásticos nocivos de un solo uso, "de costa a costa".
Bolsas, tapas de café y botellas serán principalmente los productos afectados por esta decisión, según explicó a la prensa Trudeau, que anunció la medida en un lago de la Reserva Natural de Gaul, en la provincia de Quebec.
“La polución por plástico es una plaga mundial”, dijo el dirigente liberal durante su anuncio, justo después de informar que publicarán la lista detallada de productos prohibidos después de realizar evaluaciones científicas.