Durante dos décadas, se ha extraído carbón de una mina Bent Mountain en el este de Kentucky. Pero en un movimiento sorprendente en el corazón del país del carbón, un rival, la energía solar, se está preparando para avanzar.
Desde los Apalaches en EE.UU. hasta Queensland en Australia y Chernóbil en Ucrania, se está desarrollando o construyendo parques solares y eólicos en lugares que normalmente no están asociados con la energía limpia, y en algunas regiones que por mucho tiempo se resistieron a ella.
Poner paneles solares sobre los denominados emplazamientos industriales, los terrenos que albergan minas, las centrales eléctricas generadoras de emisiones o que se vieron empañadas por un desastre nuclear, puede ser más barato que descontaminar el suelo y convertirlo en un parque. Al mismo tiempo, existe la posibilidad de convertir a los enemigos ambientales en amigos.
"Básicamente estamos convirtiendo estos lastres para la comunidad en un activo", asegura Chad Farrell, director ejecutivo de Encore Renewable Energy, un desarrollador con sede en Vermont que está contemplando la instalación de paneles solares en los estanques de ceniza de carbón en los Apalaches. "No van a obtener un gran activo que genere ingresos en un antiguo relleno".
La energía solar ya está establecida dentro de la zona nuclear de Chernóbil, en una antigua y masiva planta de energía a carbón en Canadá, y en vertederos y otros emplazamientos industriales abandonados en toda Nueva Inglaterra, donde las energías renovables son populares pero la tierra es escasa.
Mientras tanto, BHP Group, la compañía minera más grande del mundo, está trabajando en permisos y planes de ingeniería para convertir sitios cerrados en Arizona y Nuevo México en instalaciones solares y de almacenamiento.
Las regiones que durante mucho tiempo han dependido de las fuentes de energía tradicionales para el empleo y los ingresos fiscales están recurriendo cada vez más a la energía solar y eólica, consolidando su impulso hacia la corriente dominante en un momento en que la industria del carbón está en decadencia. La energía producida en EE.UU mediante la quema de carbón se redujo 6,3 por ciento en 2018, ya que casi 13 gigavatios de plantas de carbón se cerraron, según BloombergNEF. Eso sólo fue superado en 2015, cuando se cerraron 15 gigavatios de plantas alimentadas con carbón.
"Es tierra que nadie más quiere", asegura Jenny Chase, analista de BloombergNEF en Zúrich.
En Queensland, Genex Power Ltd. ya está produciendo suficiente energía para casi 26.500 hogares en una granja solar de 50 megavatios construida sobre la mina de oro de Kidston, en desuso, donde se descubrió el metal a principios de 1900 y las operaciones finalmente se cerraron en 2001. Genex, que adquirió el sitio de Barrick Gold Corp., planea agregar un segundo conjunto solar de 270 megavatios, una instalación hidroeléctrica bombeada de 250 megavatios y una operación eólica de 150 megavatios.
La central hidroeléctrica bombeada utilizará dos pozos de mina existentes, los cuales usan energía solar o de red fuera de las horas pico para mover el agua desde un reservorio más bajo a un segundo grupo de almacenamiento más alto y luego liberarla durante los períodos de mayor demanda, cayendo en cascada sobre dos turbinas que producen energía. Durante los períodos de generación, el sitio proporcionará suficiente energía para aproximadamente 280.000 hogares, asegura el director ejecutivo de Genex, Simon Kidston.
La transformación de Queensland, mientras tanto, podría replicarse en otros sitios mineros históricos, según la Corporación de Energía Limpia de Australia, que proporcionó fondos de deuda a la etapa inicial del proyecto. En la antigua mina de carbón Drayton de Australia, a unos 241 kilómetros al norte de Sídney, Malabar Coal Ltd. planea desarrollar una granja solar de 25 megavatios.
En el este de Kentucky, la minería activa en el sitio de Bent Mountain concluirá a fines del verano, afirma Ian Krygowski, director de desarrollo de EDF Renewable Energy, que está desarrollando allí una granja solar de 100 megavatios. El sitio, ubicado entre montañas boscosas, se someterá a trabajos de recuperación para convertirlo en una serie de mesetas que alberguen la energía solar.
Suroeste de Virginia
El próximo año, una modesta granja solar de 3,5 megavatios en el suroeste de Virginia reemplazará una mina que se cerró en 1957. El desarrollador Sun Tribe Solar está colaborando en el proyecto con varios grupos, incluido el grupo ambiental regional Appalachian Voices en el proyecto en el condado de Wise.
"La tierra está marcada por las industrias extractivas que han sido el principal motor económico", asegura Chelsea Barnes, una nueva gerente de programas de economía en Appalachian Voices. "Es un elemento visual importante para mostrar a la región que todavía puede producir energía, pero de una manera que no degrade la tierra ni contamine el aire".
Para la industria solar, la construcción en sitios de antiguas centrales eléctricas y algunas minas en desuso es una oportunidad para aprovechar la infraestructura de red existente. Pero también es un reconocimiento de la escasez de terrenos. Algunos lugares tienen límites sobre la cantidad de energía solar que se puede construir en áreas agrícolas, afirma Chase de BNEF.
Fuente: Bloomberg