Investigadores polacos del medio ambiente nunca sospecharon que el estudio de las rutas migratorias de la cigüeña blanca pudiera terminar en una cuenta telefónica de más de 2,600 dólares.
En abril de 2017, el grupo EkoLogiczna colocó un GPS en la cigüeña Kajtek antes de que, durante los meses siguientes, viajara más de 3,700 millas hacia el sur.
"Por razones desconocidas", escribieron los investigadores en su cuenta de Facebook en abril de este año, "Kajtek lleva más de dos meses en la misma zona, moviéndose 25 kilómetros a un lado y otro durante el día".
La zona era el Valle del Nilo, en el este de Sudán.
Los expertos siguieron rompiéndose la cabeza hasta que, el mes pasado, recibieron una cuenta telefónica de 10,000 zlotys, equivalentes a poco más de 2,600 dólares estadounidenses.
"Simplemente alguien le sacó la tarjeta al dispositivo rastreador, la puso en un teléfono [celular] y la usó durante 20 horas de comunicación" en Sudán, escribió EkoLogiczna.
La directora del grupo, Ireneusz Kaluga, teme que Kajtek no esté viva.