Las labores de limpieza comenzaron la semana pasada frente a Newport Beach, informó el miércoles la Comisión de Costas de California. "Ya era hora de que eso se limpiara. Tirar plástico u otro tipo de basura a nuestros océanos no es la forma correcta para restaurar el ecosistema marino", dijo la presidente del organismo Dayna Bochco en un comunicado.
En 1998, Rodolphe Streichenberger creó lo que describió como un "arrecife artificial experimental".
Arrojó al lecho marino 1.500 neumáticos usados, 2.000 envases de plástico, 100 secciones de tubos de PVC y otros materiales, incluidas redes para pescar, poliestireno y vías de tren, dijo la Comisión.
Streichenberger tenía la esperanza de que el arrecife artificial experimental pudiera fomentar el crecimiento de bosques de algas, proporcionara un lugar para cultivar almejas para cosecha comercial y reconstruir el dañado hábitat oceánico.
Los materiales son "absolutamente inofensivos", aseguraba Streichenberger al periódico Los Angeles Times en 1996. "No hay ningún impacto. Solo peces. Es muy bueno para los peces".
Sin embargo, su investigación era "profundamente deficiente", según la Comisión de Costas.
"Los científicos estatales indicaron que las llantas contenían toxinas dañinas, que el material no era lo suficientemente denso como para anclarse en el fondo del océano y advirtieron que las redes y cuerdas podrían atrapar peces y mamíferos marinos", señaló el organismo en un comunicado.
"Es difícil de creer que hubo un tiempo en el que alguien pensó que esto era una buena idea", dijo Jack Ainsworth, director ejecutivo de la Comisión. "Ahora sabemos que el plástico es el veneno del océano debido a que contamina todos los niveles de la cadena alimentaria".
Streichenberger no obtuvo un permiso de la Comisión para su proyecto. Se le negó un permiso retroactivo en 1997 y ese organismo finalmente emitió una orden de cese. Tanto él como su ahora difunta Sociedad de Bosques Marinos impugnaron la autoridad de la Comisión. En 2005, la Corte Suprema de California falló en su contra, dando su aval a la organización.
Streichenberger murió meses después a los 77 años.
Con el paso de los años, la Comisión de Costas y el Departamento de Pesca y Vida Silvestre del estado de California mantuvieron vigilada la basura en el arrecife.
En lugar de encontrar un ecosistema diverso, los buzos hallaron basura que había sido esparcida por el fondo del mar por las corrientes marinas y contenía solo "el tipo de vida marina que se encuentra comúnmente en los pilotes de los muelles o en el caso de los botes", se leyó en el comunicado de la Comisión.
"No hay algas marinas nativas, solo algunos peces que nadan alrededor", dijo Kirsten Gilardi, director asistente del Wildlife Health Center School en la Universidad de California, quien forma parte del equipo de limpieza. "No tiene nada que ver con la diversidad y densidad que encontrarías en un arrecife rocoso natural en la costa del sur de California".
"Hay un estimado de 8 millones de kilogramos de plástico que ingresan en los océanos cada año y debemos hacer lo que esté en nuestras manos para limpiarlo", destacó Bocho.
A principios de este año, la Comisión de Costas finalmente encontró una forma para financiar una limpieza a través de las cuotas de los permisos para un proyecto submarino diferente en Playa Hermosa. Los buzos han estado sacando un promedio de 100 llantas al día, de acuerdo con lo informado por ellos.
(Con información de AP)
LEA MÁS: