En Colombia, la pesca artesanal y los recursos acuáticos han sido pilares esenciales para la economía y seguridad alimentaria de numerosas comunidades. Sin embargo, décadas de sobreexplotación han puesto en peligro tanto la biodiversidad como el bienestar de quienes dependen de esta actividad.
Para contrarrestar esta problemática, el repoblamiento pesquero y los proyectos de conservación han emergido como estrategias clave que integran desarrollo económico, preservación ambiental y educación comunitaria.
De acuerdo con el Departamento Nacional de Estadística (DANE), el sector de la pesca y la acuicultura creció un 38 % en el último trimestre de 2023, lo que confirma su relevancia no solo como sustento para las comunidades, sino también como un motor del desarrollo económico y social del país.
Embalse de Urrá: repoblamiento y ordenamiento pesquero
En el municipio de Tierralta, Córdoba, la Central Hidroeléctrica Urrá se ha consolidado como un actor fundamental en la conservación de los ecosistemas acuáticos. Además de generar energía, Urrá lidera desde 2001 el Plan de Ordenamiento Pesquero del Embalse (POPE), un programa que busca garantizar la sostenibilidad de la pesca artesanal y fortalecer la seguridad alimentaria de las comunidades campesinas e indígenas que habitan en la región del Alto Sinú.
A la fecha, el programa ha permitido la liberación de cerca de 80 millones de alevinos de especies como el bocachico, la dorada, la liseta y el bagre blanco. Se estima que en 2024 esta cifra alcanzará los seis millones.
En 2023, las comunidades pesqueras de Puerto Frasquillo lograron a través del programa comercializar 4.8 toneladas de excedentes pesqueros, generando ingresos de 62 millones de pesos que beneficiaron a 70 familias locales.
Adicionalmente, Urrá ha destinado recursos para monitorear la producción pesquera, dotar a los pescadores de herramientas adecuadas, capacitar en buenas prácticas de pesca y garantizar la sostenibilidad del recurso pesquero.
Conservación de la tortuga de río e hicotea en el Alto Sinú
Por otra parte, la empresa con el compromiso de un futuro más verde para el país, en paralelo a las iniciativas pesqueras, ha desarrollado proyectos enfocados en la conservación de especies en peligro de extinción como la tortuga de río (Podocnemis lewyana) y la hicotea (Trachemys callirostris). Desde su inicio, estas acciones han logrado el rescate de más de 29.000 huevos y la liberación de 23.000 neonatos al medio natural.
El éxito de estos proyectos radica en el compromiso y trabajo de la mano de las comunidades locales, que han implementado campañas de educación ambiental para promover la entrega voluntaria de estas especies. Asprodecavi y Amecpm, asociaciones de base comunitaria, han jugado un papel fundamental en este trabajo.
Estas acciones también han nutrido investigaciones científicas sobre la biología y ecología reproductiva de estas especies. Monitoreos de patrones de movimiento, temperaturas de incubación y análisis de poblaciones han proporcionado información clave para mejorar las estrategias de conservación.
Estas acciones lideradas por la empresa Urrá no solo contribuyen al desarrollo y sostenibilidad del país, sino que también se alinean directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.
Al impulsar la seguridad alimentaria, proteger la biodiversidad y fomentar el desarrollo económico inclusivo, la compañía refuerza su compromiso con la región al trabajar temas de gestión ambiental, que más allá de cumplir con lo estipulado y exigido en la licencia ambiental, también cumple con su aporte voluntario y ofrece a la comunidad estos espacios para el desarrollo económico en la región, digno de imitar.