Los hombres son los más afectados por el consumo de drogas y alcohol a nivel mundial

Cada año, aproximadamente 2.6 millones de muertes en el mundo se atribuyen al consumo de alcohol y 0.6 millones al consumo de drogas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este problema afecta principalmente a los hombres, quienes representan el 77% de las muertes relacionadas con el alcohol y el 67% de las relacionadas con drogas.

En el país, entre 2013 y 2020, se reportaron 28.541 fallecimientos que tenían que ver con el uso de marihuana y cocaína, según datos del Ministerio de Justicia.

Este inquietante panorama evidencia un problema grave de salud pública, que va en incremento debido a la fácil accesibilidad a estas sustancias en parques, zonas estudiantiles, bares e incluso en internet, incrementando el riesgo de consumo entre adolescentes, uno de los grupos más vulnerables.

Las sustancias psicoactivas (SPA) afectan significativamente el sistema nervioso central y se dividen en tres categorías según la OMS:

• Depresoras: como el alcohol y los tranquilizantes, que ralentizan las funciones cerebrales.
  
• Estimulantes: como la cocaína y las anfetaminas, que aumentan la actividad cerebral.
  
• Alucinógenas:  como el LSD y la psilocibina, que alteran las percepciones.
  

Estas sustancias pueden generar dependencias devastadoras que afectan tanto la salud física como la mental y emocional.

Las consecuencias del consumo de sustancias psicoactivas (SPA) son multidimensionales y afectan no solo al individuo sino también a su entorno familiar y social.

A nivel de salud, facilita el desarrollo de una variedad de enfermedades graves, tales como respiratorias, neurológicas, hepáticas, gastrointestinales, cardiovasculares, VIH, hepatitis C, bronquitis, tuberculosis, anorexia, infecciones pulmonares y de garganta, cirrosis, diabetes, cáncer, entre otras.

Además, puede provocar sobredosis, intoxicaciones y malformaciones fetales en el caso de mujeres embarazadas. A nivel familiar, la farmacodependencia genera inestabilidad emocional y económica, acompañada de violencia y agresión.

La prevención es clave para reducir el consumo de SPA. Expertos en salud recomiendan que las familias fomenten la comunicación abierta y la creación de un ambiente de confianza para educar sobre los peligros de estas sustancias, resaltando  la importancia de eliminar prácticas como dar pequeños tragos de alcohol a los niños “porque es mejor en casa” ya que esto no es un acto de responsabilidad, sino que se considera maltrato.

Además, otro tema relevante es el auge del vapeo o el uso de cigarrillos electrónicos. La American Cancer Society informa que, aunque el término “vapor” puede sonar inofensivo, el aerosol que sale de un cigarrillo electrónico no es vapor de agua y puede ser perjudicial, dicho aerosol puede contener nicotina y otras sustancias adictivas que pueden causar enfermedades pulmonares, enfermedades cardíacas y cáncer.

Existen varias señales físicas y de comportamiento que indican uso de drogas. Si sospecha que un familiar, amigo o conocido está pasando por esta situación, algunas señales que pueden tenerse en cuenta son:

• Pronunciación lenta o mala (indicativo de uso de tranquilizantes o depresivos).
  
• Hablar rápido o de manera explosiva (posible signo de consumo de estimulantes).
  
• Ojos inyectados de sangre y tos persistente (asociados con diversas drogas).
  
• Cambios en el apetito, que pueden ser inapetencia o aumento del apetito.
  
• Tos que no desaparece.
  
• Olor o aliento inusual (por usar drogas inhaladas).
  
• Pupilas extremadamente grandes (dilatadas) o extremadamente pequeñas (puntiformes).
  

También se deben observar cambios en el comportamiento, como mal rendimiento y ausentismo escolar o en el trabajo, actividades secretas y cambios en el grupo de amigos.

Ante esta problemática, la EPS Famisanar ha lanzado campañas educativas que promueven el autocuidado y la prevención del consumo de drogas, capacitando a la comunidad para identificar signos tempranos y prevenir la adicción.

Estas iniciativas buscan reducir el consumo en adolescentes, uno de los grupos más vulnerables.

En cuanto al tratamiento, existen diversas opciones para las personas con adicciones. Los programas incluyen hospitalización, tratamientos ambulatorios, medicamentos para mitigar los síntomas de abstinencia y terapias individuales o grupales.

En Colombia, líneas de apoyo como la Línea Psicoactiva Distrital (018000 112439) y la Línea 106 de Salud Mental brindan asistencia a quienes lo necesiten.