Durante años, la región Caribe ha enfrentado el problema del robo de energía. Personas inescrupulosas, que instalan conexiones eléctricas clandestinas con el fin de evadir los pagos por el servicio eléctrico, han puesto sobre la cuerda floja la estabilidad de la red exponiendo a miles de hogares a enfrentar posibles incendios y cortocircuitos.
Para hacerle frente a esta situación, Air-e, empresa dedicada a la prestación del servicio público domiciliario de energía eléctrica en la Guajira, el Atlántico y Magdalena, ha comenzado a implementar Octupus, una moderna herramienta para combatir el robo de energía.
Desarrollada por ingenieros de la compañía, este equipo está en capacidad de hacer un monitoreo en línea y determinar si existe alguna alteración de los medidores de energía instalados en casas o edificios a través de un seguimiento de los consumos de los usuarios.
“Este sistema opera como una medición independiente del medidor que tienen los usuarios y envía información en tiempo real a los equipos de monitoreo en Air-e. Allí un grupo de profesionales hace la comparación arrojada por Octupus y el registro de los medidores de los usuarios para establecer si hay casos de robo de energía”, explica Jhon Jairo Toro, Gerente General de Air-e en diálogo para Infobae, Colombia.
Esto implica que por más moderna que sea la técnica para manipular el medidor de una casa, condominio o empresa, Octupus estará en capacidad de detectar cualquier tipo de manipulación de manera precisa.
Igualmente, otra de las ventajas de la implementación de esta herramienta es su portabilidad. Esta cualidad, facilita que se pueda trasladar a diversos lugares de las ciudades de forma fácil, dando luz verde a una mayor cobertura y a revisiones oportunas.
La lucha contra las pérdidas
Datos recogidos por este medio, señalan que al corte del mes de marzo de este año, Air-e estaba presentando pérdidas diarias por el valor de 2 mil millones de pesos. Sin importar el lugar ni el estrato social, en una ciudad como Barranquilla, por ejemplo, fue posible identificar casos en los que varios establecimientos del centro de la ciudad y de exclusivos barrios, estaban conectados ilegalmente a la red.
En ese sentido, con la implementación de Octupus se busca golpear de manera contundente la ilegalidad, pues en palabras de Jhon Jairo Toro, “representa facilidades de operación y una línea firme en la lucha contra el robo de energía”, un delito que no solo establece multas de hasta 150 salarios mínimos y seis años de prisión, sino que ha llevado a la empresa a adelantar acciones legales y más de 168 investigaciones penales con el fin de castigar a quienes hurtan energía.
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