No todos los seres humanos aprenden de la misma forma. Los caminos para la construcción del conocimiento difieren. La educación del pasado no contaba con las mismas herramientas del ahora y no solo ha puesto a repensar el mundo, sino que ha significado importantes cambios.
Partiendo de las necesidades de las personas, estudiantes y egresados de la misma institución, hoy la Universidad de los Andes se ha preocupado por diseñar cursos y programas que promuevan la interdisciplinariedad y la flexibilidad que plantean en su misión.
“Nuestros cursos y programas están dirigidos a niños, jóvenes y adultos de todas las edades con el objetivo de que puedan desarrollar competencias específicas a lo largo de la vida. Contamos con diferentes alternativas que permiten adquirir nuevos conocimientos y habilidades de acuerdo a la necesidad de las personas. En nuestro portafolio encontramos diferentes opciones, por ejemplo, cursos de actualización profesional, artes, ciencias y humanidades, bienestar, lenguas, entre otros”, señalan los voceros de la Universidad de los Andes.
Así, tomar un curso de finanzas para emprendedores, otro de Régimen de Insolvencia, aprender a programar en Python y acceder a toda una oferta de más de 700 programas al año sin importar la edad, es posible a través de la Dirección de Educación Continua de la Universidad de los Andes.
Un abanico de opciones
Cuando se habla de flexibilidad, la Universidad de los Andes ofrece varias posibilidades. Estas no solo han sido pensadas para quienes están en la búsqueda de un posgrado o pregrado, sino también para los padres que quieren que sus hijos aprendan de forma divertida, para adultos mayores y para personas que quieren actualizarse, complementar sus estudios o adquirir un nuevo conocimiento o habilidad.
En ese sentido, la universidad ofrece diferentes cursos, talleres, programas, certificaciones profesionales y MasterTracks® de interés para quienes buscan en el corto plazo mejorar su perfil profesional.
Dentro de esta variada oferta, las personas interesadas encontrarán los cursos de extensión que son materias de pregrado o posgrado que imparten profesores de alta trayectoria profesional y académica. Éstos, además, pueden ser homologables y permiten adelantar parte de esos programas, si el estudiante decide tomarlos en la Universidad de los Andes.
En cuanto a las credenciales y certificaciones profesionales, tienen una duración promedio de 2 a 4 meses. Éstas permiten que la persona adquiera una insignia digital que certifica una competencia que además se puede verificar en línea. También, en algunos casos pueden ser homologables en programas de posgrado.
Finalmente, en cuanto a los MasterTracks®, la universidad ofrece la posibilidad de estudiar algunos módulos de las maestrías virtuales que se imparten en convenio con Coursera. Quienes deseen continuar e iniciar su posgrado podrán homologar.
Pero si bien contar con estas competencias es importante para las personas en su desarrollo profesional, para muchas compañías mantener actualizados a sus colaboradores también es primordial. En tal sentido, estos cursos pueden ser adaptados a las organizaciones, pues se diseñan y construyen programas a la medida, respondiendo a sus necesidades de capacitación, actualización y desarrollo.
Con este abanico de posibilidades en donde se contemplan todos los perfiles profesionales, edades, locaciones y una oferta que se renueva en promedio un 50% cada año, no solo es posible llegar a todas las personas que están inquietas por aprender, sino dar un paso a una forma nueva de educación en donde la innovación está a la orden del día y los conocimientos se van adquiriendo a un ritmo propio: con flexibilidad, a lo largo de la vida y de forma articulada con programas de posgrado.
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