Si hay una palabra que mejor describa el retrato de la economía del planeta en este momento es: inflación.
El año 2021 cerró con un alza en los precios del 6.43%. El incremento mensual fue del 0.52%, una tasa que según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, no se registraba desde hace 13 años. A esto se suma un contexto global de guerra que muchos esperan que no se extienda ni se escale.
Pero ¿qué hacer ante la inflación y unos soles que parecen perder brillo con la devaluación?
Algunos expertos coinciden en que se hace necesario invertir en lugares seguros. Al contrario de lo que muchos pensarían esto no significa guardarlo en efectivo, pues al valer menos la moneda, más rápido se disminuirán los ahorros. Guardarlo en el banco tampoco resulta tan conveniente, porque cuando la inflación es más alta que los intereses que paga la entidad financiera, el dinero, en vez de generar rentabilidad, continúa perdiendo su valor.
En ese sentido, el segmento de los cripto activos, ha comenzado a ganarse la atención de muchos, pues con responsabilidad, es uno de los caminos para poder hacer un ahorro con miras a obtener futuras rentabilidades sin comprometer todo un patrimonio.
Del oro al oro digital
Por décadas los inversionistas han encontrado un lugar en los metales preciosos para salvaguardar su riqueza, pero la tecnología y las nuevas inversiones han venido a hacer un cambio sobre la forma en la que se ganan utilidades.
El oro, por ejemplo, sigue teniendo alto valor y es aceptado en cualquier parte del mundo, pero no siempre se puede utilizar como medio de pago. En contraste con lo que muchos conocen como oro digital o bitcoin, este se puede utilizar para realizar ciertas transacciones y como su oferta se limita a 21 millones, su precio tiene más probabilidades de aumentar con respecto al metal precioso. La razón de esto se basa en una relación de oferta y demanda. Cada vez que el precio del oro va en aumento se incentiva a los mineros para extraerlo de la tierra y su precio vuelve y baja. En palabras de Maximiliano Hinz, director de Binance Latinoamérica, quienes optan por invertir en criptomonedas como una forma alternativa al oro, deben considerar que “al estar en una economía inflacionaria a nivel mundial, se acotan las posibilidades de inversión con rendimientos positivos, pero dentro del mundo cripto podemos encontrar alternativas de riesgo bajo que así y todo sus rendimientos están por encima de la inflación.” De igual manera, agrega, que sin importar en qué activo decida invertir cada uno, es importante tener una estrategia y diversificar. La estrategia nos permite saber cuándo comprar y cuándo vender y no estar atado a sentimientos de mercado y es en la diversificación en donde se reduce el riesgo.
Bienes raíces y el refugio de las criptomonedas
Aunque el sector inmobiliario en el Perú no quedó excluido de los efectos de la pandemia y se presentó una paralización de las obras, un retraso en las estrategias de venta y una caída en los precios tanto en vivienda como en alquileres, la finca raíz sigue siendo una de las protecciones naturales de cara a la inflación. La causa tiene su razón en la relación que hay con el aumento de los precios. Si el valor de la vivienda sube, también lo hará el precio de los alquileres. Así mismo, esta situación puede traer como consecuencia una valorización a corto plazo, si y sólo sí se parte de una inversión con proyección a futuro y en donde se consideren aspectos como el uso y la ubicación de la propiedad. Con respecto al refugio que se vislumbra en las criptomonedas es necesario hacer una aclaración: aunque el riesgo puede llegar a ser mayor, invertir en estos activos ha demostrado traer rentabilidades superiores a las que se obtienen del alquiler de propiedades. A este beneficio se suma la liquidez y disponibilidad que las criptomonedas representan, pues si el propietario de un edificio necesita venderlo para recuperar su inversión y su ganancia, deberá someterse a los tiempos del mercado y esperar.
Dólares vs. stable coins
A menos que alguien tenga una cuenta en el extranjero, el sistema financiero local no permite tener dólares en un lugar seguro. En tal sentido, la única manera de poder invertir en dólares es comprándolos en el mercado y guardándolos en casa, lo que además representa un riesgo para la seguridad personal.
Las stablecoins o monedas estables funcionan cómo cualquier otra criptomoneda, están diseñadas para comprar y vender bienes y servicios. Estas se comercializan a través de la blockchain o billeteras digitales y están ligadas al valor de la moneda fiat que representan, en el caso del BUSD, la variación de su precio es directamente proporcional a la variación del precio del dólar. “Hay muchas diferencias entre una cripto y cualquier otra moneda fiat, pero la principal es que las monedas cómo el dólar son emitidas y controladas por un gobierno, de manera discrecional. En las stablecoins, si bien estas pueden estar emitidas de forma centralizada o descentralizada, una vez que nosotros disponemos de nuestras monedas, podemos hacer uso 100% libre de las mismas, sin que nadie nos pueda restringir la movilidad de nuestro capital” cuenta Hinz.
El panorama macroeconómico mundial es un buen escenario para las criptomonedas. En medio de un mercado que tambalea ante una coyuntura que pone al alza lo precios y que ha obligado a los rusos a intentar mover sus activos a través de sistemas financieros descentralizados, se pone en evidencia una fórmula que de acuerdo a las declaraciones de Maximiliano Hinz parece dar pie al escenario perfecto para lograr ver un repunte en el precio de las criptomonedas: la inflación, el aumento de la demanda y el miedo de quedarse afuera. Estos tres factores juegan un rol fundamental en el aumento del valor de estos activos que comienzan a verse como el refugio ideal cuando la inestabilidad y la incertidumbre financiera están a la orden del día.