La increíble historia de Lilit, la endemoniada mujer que Dios habría creado para Adán… ¡antes que Eva!

Como toda fábula llegada desde la noche de los tiempos, todo puede ser cierto, y todo puesto en duda

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Lilit (Ilustración: Rodrigo Acevedo Musto)
Lilit (Ilustración: Rodrigo Acevedo Musto)

Perderse en los jardines del Edén no es un dulce paseo.

El terreno es muy barroso.

Tanto, que además de Adán y Eva, la serpiente, el pecado, la expulsión del Paraíso… (y si todo eso fuera verdad histórica comprobable o fábula no menos fantástica que los mitos griegos u otros mitos), ¡habría una primera mujer anterior a Eva!

Nombre: Lilit o Lilith.

Aparece como tal en la mitología hebrea.

Pero que los antijudíos no imaginen que Lilit fue una dama virtuosa amparada por una milenaria versión del marketing. No…

Bellísima, según los cuadros Lilit, de John Collier (1892) y Lady Lilit, del prerrafaelista Dante Rossetti (1868), ya los judíos exiliados en Babilonia regresaron a su tierra convencidos –y aterrados–: la supuesta primera mujer de Adán era un demonio, una encarnación del Mal, un súcubo amante de Satanás que engendraba hijos (los lilim) con el semen que los hombres derraman durmiendo durante sus sueños eróticos…

¿Cómo surge la idea rabínica de que madame Lilit fue anterior a madame Eva?

Del Génesis, 1,27.
Antes de narrar que Yahveh creó a una esposa para Adán a partir de una costilla, el texto dice: "Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó".

De esa textualidad, la tradición hebrea sugiere que "se trata de un mismo hecho explicado dos veces, pero también que Dios creó primero a una mujer a imagen suya al mismo tiempo que a Adán, y más tarde a Eva desde una costilla de éste".

Esa mujer pudo ser Lilit…

Pero la unión fue tormentosa.
Cuando él quería sexo, ella lo rechazaba: "¿Por qué he de acostarme debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual".

Adán insistía.

Y Lilit, furiosa, "pronunció el mágico nombre de Dios, se elevó por los aires, y lo abandonó".

Fue a parar a orillas del mar Rojo, hogar de muchos demonios, se dio a la lujuria, de ella nacieron los lilim, y cuando tres ángeles enviados por Dios fueron a buscarla, se negó a volver.

Desde entonces –según relatos judíos medievales–, el cielo la castigó: ¡morirían cien de sus hijos por día!

Es curioso. El gran novelista italiano de religión judía Primo Levi (1919-1987), antifascista, sobreviviente del Holocausto y crudamente racional, escribió en su libro Lilit y otros relatos: "A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho de ver a dónde ha podido caer (generalmente entre las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, por vicio o adulterio. Te harás una idea de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir."

Lilit, de John Colter (1892)
Lilit, de John Colter (1892)

La única mención de Lilit en la Biblia se encuentra el Isaías 34:14, que en la Biblia de Jerusalén está traducida así: "Los gatos salvajes se juntarán con hienas, y un sátiro llamará a otro; también allí reposará Lilit, y en él encontrará descanso".

En realidad, pocos personajes de leyenda acumularon tanto horror. Se la llamó "criatura maligna… demonio… ramera… bestia montesa… gato cerval… lechuza…"

En caso de que haya existido –como primera mujer o no–, es una de las diosas más tenebrosas del paganismo.

Según otros relatos, Dios la creó del mismo modo que a Eva…, pero en vez de usar tierra limpia, la modeló con tierra impura: mezclada con basura e inmundicias.

Pero su origen –su aparición– se pierde en la Noche de los Tiempos.
Al parecer, su nombre, Lilit, viene de la palabra sumeria lilitu: "Espíritu del viento o demonio mujer".

(Nota: los sumerios fueron la primera civilización considerada como tal).

A su vez, el nombre de Lilit aparece, como bruja, en la Tablilla XII de la Epopeya de Gilgamesh, el célebre poema épico de la antigua Mesopotamia: año más o menos, 2100 Antes de Cristo…

En el Talmud babilónico tampoco hay perdón para ella: "Es un espíritu oscuro con una sexualidad peligrosa e incontrolable, y madre de miles de demonios".

No es todo. También era conocida como hechicera, madre del caos, sexualidad demoníaca (¡?), relacionada con vampiros…, en las culturas hitita, egipcia, griega, hebrea, romana.

Pero el tiempo –los siglos– es cómplice de la imprecisión, la vaguedad, la duda…

El Génesis Rabbah, texto religioso del judaísmo, fue escrito entre el 300 y el 500 Después de Cristo.

La Biblia, a lo largo de mil años: entre el 900 Antes de Cristo y el 1000 después de su muerte.

Robert Graves y Raphael Patai, en su libro Los mitos hebreos, se arriesgan a este relato: "Adán se quejó ante Dios: `Mi compañera me ha abandonado´. Inmediatamente, Dios envió a los ángeles Seniy, Sansenoy y Semangelof para que trajeran de vuelta a Lilit. La encontraron junto al mar Rojo, una región en la que abundan lascivos demonios, de quien ella engendraba más de cien lilim al día. ¡Vuelve a Adán sin demora –le dijeron los ángeles–, o te ahogaremos! Lilit les preguntó: `¿Cómo podría volver a Adán y vivir como una honesta ama de casa después de haber pasado todo este tiempo junto al mar Rojo?´ Siguen amenazándola: `Si te niegas, morirás´.

Respuesta: ¿Cómo podría morir, si Dios me ha ordenado que me haga cargo de todos los niños recién nacidos, y de todos los varones hasta su octavo día de vida, el de su circuncisión, y de todas las niñas hasta su vigésimo día? No obstante, siempre que vea vuestros tres nombres escritos en un amuleto sobre un niño recién nacido, prometo perdonarle la vida´.

Lady Lilit, de Dante Rosseti
Lady Lilit, de Dante Rosseti (1868)

Los ángeles se mostraron de acuerdo, pero Dios castigó a Lilit haciendo que un centenar de sus hijos demoníacos perecieran diariamente. Y cuando Lilit no podía acabar con la vida de un niño humano a causa del amuleto angélico, se volvía llena de odio contra sus propios hijos".

Entretanto…, ¿adónde sucedieron –si sucedieron– estos hechos?

Porque "el Jardín del Edén" es un enigma geográfico.

Según el libro de Ezequiel, "un rey camina por una montaña sagrada de Dios.

Pero en la tradición judía, esa montaña está en Jerusalén: es el Monte Zion.

Cierta referencia del Génesis parece sugerir que estaba cerca del río Eufrates… que cruza Irak.

¿Estuvo el Edén en el tormentoso Irak de este tiempo?

Salvo que, como algunos científicos aseguran, que la morada de Lilit, Adán y Eva estaba junto al Gihón, uno de los tres ríos de Jerusalén.

Sin embargo, remotos textos sumerios aluden a un sitio similar a una planicie del norte de Irán…

Y por fin, Cristóbal Colón, al llegar a Venezuela, creyó haber encontrado el Paraíso perdido, "porque la Tierra tiene forma de pera, y el Edén estaba en el punto más alto de esa pera".

Y como el absurdo no tiene límite –definición del escritor y profesor norteamericano Bergen Evans (1904-1978 en su famoso libro Historia natural del disparate–, en tiempos modernos y a pesar del estigma diabólico de Lilit, grandes grupos de mujeres vieron en ella… ¡una líder de la reinvindicación sexual femenina!

Todo es cuestión de fe…, aunque la razón golpee la puerta una y mil veces.

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