La familia real española y numerosos miembros de la nobleza europea despedirán este lunes en la Catedral Metropolitana de Atenas al que fue el último rey de Grecia, Constantino II, hermano de la reina Sofía, fallecido el pasado martes a los 82 años.
El funeral tendrá carácter privado por decisión del Gobierno griego, que no ha querido darle rango de Estado pues el fallecido había dejado de ser rey en 1974, tras abolir Grecia la monarquía.
Algunas facciones de la derecha han criticado esta decisión, pero el primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, la ha defendido argumentando que Constantino II era una persona privada y debe ser enterrada como tal.
“Fue jefe de Estado del reino de Grecia, que ya no existe. Y no debemos olvidar que había perdido su ciudadanía griega”, recalcó Mitsotakis para añadir que el funeral “se llevará a cabo con dignidad”.
Aunque no está prevista la instalación de una capilla ardiente como tal, el Ejecutivo finalmente ha accedido al deseo de la familia de dar la oportunidad a las personas que así lo deseen de acercarse hasta la catedral, donde el féretro estará expuesto desde las seis a las diez y media de la mañana (04.00 a 8.30 GMT).
Al funeral asistieron cerca de 200 personas, de las que unas 130 llegarán desde el extranjero, entre ellos varios monarcas.
La familia real española estará en Atenas al completo: la reina Sofía lleva días en la ciudad pues acompañó a su hermano en los últimos días de su vida. Felipe VI, sobrino del fallecido, y la reina Letizia, llegaron por separado, mientras que el rey emérito Juan Carlos llegó directamente desde Abu Dabi, y las infantas Elena y Cristina ya se encontraban desde antes en la capital helena.
Entre la familia más cercana estuvo la reina Margarita de Dinamarca, hermana de la esposa de Constantino, Ana María de Dinamarca, así como el príncipe heredero Federico y la princesa Benedicta, hermana mayor de la monarca.
Además, también dieron su presente los reyes de Suecia, Bélgica y Holanda; la princesa Ana de Inglaterra, el príncipe heredero de Noruega, el Gran Duque de Luxemburgo y el Príncipe Alberto de Mónaco.
Durante toda la jornada habrá medidas de seguridad draconianas en el centro de Atenas, donde está ubicada la catedral, con unos 1.500 policías desplegados en la zona, drones vigilando desde el aire y francotiradores posicionados en puntos clave.
Después de las exequias que serán oficiadas por el arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia ortodoxa en Grecia, Jerónomio II, el féretro con los restos mortales de Constantino serán trasladados al cementerio en las antiguas fincas reales de Tatoi, donde, entre otros miembros de la realeza helena, yacen sus padres, el rey Pablo y la reina Federica de Hannover.
Allí el entorno más estrecho le dará sepultura, sin presencia de medios.
Desde la abolición de la monarquía en 1974 y el exilio del rey la finca de Tatoi empezó a deteriorase por la falta de uso y cuidados.
Tras muchos vaivenes respecto a la titularidad, en 2003 Tatoi pasó definitivamente a manos del Estado griego, quien por un dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se vio, sin embargo, obligado a pagar a la familia una indemnización de 13,2 millones de euros.
El Gobierno de Mitsotakis ha aprobado un plan de restauración que incluye la creación y apertura de un museo, cuatro zonas de exposición, numerosos puntos de servicios públicos como tiendas, restaurantes y cafeterías, un hotel y varias zonas habilitadas para diferentes actividades agrícolas.
Constantino II fue coronado rey de Grecia en 1964 a los 24 años, aunque poco después de la instauración de la dictadura de los Coroneles en el país, en 1967, se vio obligado a exiliarse con toda su familia en Roma.
En 1974, tras la caída de la junta militar, se celebró un referéndum en el país, en el que el 69,2 % de la población optó por la república, lo que convierte a Constantino al último rey que ha tenido Grecia.
(Con información de EFE).-