Los chilenos acuden a las urnas este domingo para decidir si aprueban o rechazan una nueva Constitución que procura más justicia social e instaure reformas institucionales como se reclamó en las calles.
En varias partes del país se vieron largas colas al abrir las mesas de votación a las 08H00 (12H00 GMT) de este domingo, en un plebiscito que apunta a derogar la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Sobre las 9.15, Boric se convirtió en el primer presidente de la República en votar en la región de Magallanes, en el colegio Armado Quezada, en el que estudió de pequeño y situado a escasos metros de la casa familiar en Punta Arenas.
En Quilicura, en las afueras de Santiago, la votante Rosa González se veía ansiosa. “Entre los nervios por este plebiscito dormí poco (...) Así que llegué con mucho adelanto. ¡Mejor!”, dijo.
La opción del “Rechazo” a la nueva Constitución lidera todas las encuestas desde hace más de un mes, pero la campaña del “Apruebo” movilizó multitudes sobre todo en Santiago, alimentando la ilusión de un triunfo.
Por primera vez en más de una década, la concurrencia a las urnas será obligatoria so pena de una multa máxima de 180.000 pesos (unos 200 dólares). Eso, junto con la participación de los jóvenes, podría inclinar la balanza entre los más de 15 millones de electores.
Expertos esperan la participación de más de 11 millones de personas, muy por encima de los 8,3 millones que votaron en diciembre, cuando el izquierdista Gabriel Boric ganó la elección presidencial, en lo que ya se anticipa como una “revolución participativa”.
El texto de 178 páginas consagra un “Estado social de derechos”, en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones sociales de octubre de 2019.
El proyecto consagra la plurinacionalidad indígena, mantiene la economía de mercado y establece un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos.
Uno de los principales cuestionamientos que hacen los detractores del proyecto de nueva Constitución radica en el desempeño de los integrantes de la convención que redactó el texto, elegidos por voto popular con paridad de género y con 17 escaños indígenas, señaló el politólogo Marcelo Mella, académico de la Universidad de Santiago.
Pero cualquiera sea el resultado, los sondeos dan cuenta de un amplio consenso político y ciudadano para operar cambios tanto si se impone el nuevo texto o como si se lo rechaza, pues lo que se busca es enterrar la constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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