Miles de personas celebraron el miércoles el lanzamiento del tradicional “chupinazo” que da inicio a las fiestas de San Fermín en la ciudad española de Pamplona, tras dos años de receso debido a la pandemia del coronavirus.
Estas fiestas regresan a lo grande, con 532 actos oficiales programados durante ocho días y medio en una de las celebraciones más internacionales del mundo, que comenzó este miércoles con el chupinazo, el lanzamiento desde el balcón del Ayuntamiento de un cohete, que tradicionalmente marca el inicio de los Sanfermines.
A partir de ese momento se dará rienda suelta a un amplio repertorio de conciertos, verbenas, fuegos artificiales, exposiciones, animación de calle y actividades infantiles, además de los tradicionales encierros.
La lluvia no aguó el ambiente mientras la multitud, casi todos con el atuendo tradicional de camisa y pantalón blanco y pañuelo y cinturón rojo, abarrotaba la pequeña plaza del ayuntamiento para el acto de mediodía. Tras el lanzamiento de cohete que daba inicio a las fiestas, los asistentes siguieron rociándose unos a otros con vino tinto.
El momento más destacado del festival son los encierros de la mañana, que comienzan el jueves. Miles de personas en busca de emociones corren por estrechas calles de la ciudad por delante de seis toros bravos hasta la plaza de toros de la ciudad. Los espectadores miran desde balcones y barreras de madera colocadas a los lados del recorrido. El resto del día es para comer, beber, bailar y otros eventos culturales.
Los toros que participan en los encierros son sacrificados a manos de toreros profesionales en las corridas de la tarde.
El festival alcanzó fama mundial por la novela “Fiesta” de Ernest Hemingway de 1926. Hasta que la pandemia impidió celebrar el festival en 2020 y 2021, no se había suspendido desde la Guerra Civil española en la década de 1930.
La población pamplonesa de unas 200.000 personas se dispara cada año a casi un millón durante los sanfermines, especialmente el fin de semana. Muchos visitantes salen toda la noche o duermen al raso donde pueden.
(con información de EFE y AP)
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