Las mejores fotos del primer carnaval de Río de Janeiro desde el inicio de la pandemia

Unas 70.000 personas acompañaron las deslumbrantes carrozas y los ejércitos de bailarines que menearon sus cuerpos y cantaron en el recinto a cielo abierto, el mismo que sirvió de centro de vacunación contra el COVID-19

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Unas 70.000 personas acompañaron la
Unas 70.000 personas acompañaron la primera jornada del carnaval

El carnaval de Rio de Janeiro enterró este viernes dos años oscuros de COVID con un estallido de euforia que hizo retumbar el emblemático Sambódromo, convertido de nuevo en meca de la samba y de la fantasía con mayúsculas.

Unas 70.000 personas acompañaron vibrando las deslumbrantes carrozas y los ejércitos de bailarines que menearon sus cuerpos y cantaron a todo pulmón en el recinto a cielo abierto, el mismo que sirvió de centro de vacunación durante la pandemia.

Princesas con plumas y alas, reyes y reinas con coronas giratorias, flores y soles andantes de colores tan vivos que iluminaban la noche... los desfiles de las tradicionales ‘escolas’ de samba regresaron con todo su esplendor tras una larga espera de más de dos años.

Las escuelas de samba desfilaron
Las escuelas de samba desfilaron durante horas
Miembros de la escuela de
Miembros de la escuela de samba Salguero actúan durante la primera noche de desfiles de carnaval en el Sambódromo Marqués de Sapucai en Río de Janeiro

Parece que estoy finalmente renaciendo, durante la pandemia me sentí muy triste, estaba enfermándome, porque amo el carnaval”, dijo a la AFP la experimentada Tia Cléa, de 70 años, que tiene en su haber medio siglo de desfiles junto a la escuela Viradouro.

Vigente campeona del concurso, Viradouro recordó el carnaval de 1919, cuando todavía no existían las escuelas de samba, pero los cariocas se volcaron masivamente a las calles para celebrar el fin de la llamada gripe española, disfrazados de pierrots, colombinas o de la “peste negra”.

Una carroza de la escuela
Una carroza de la escuela de samba Beija Flor se ve durante la primera noche del Carnaval de Río

Me quité la máscara en un clima envolvente, apoyé mis labios suavemente y te besé en una alegría sin fin... ¡carnaval, te amo!”, coreaban eufóricos los participantes, entre ellos Silvio Guimaraes, de 56 años, vistiendo un traje completamente negro, con pico de pájaro y maletín de médico.

Uno de los tantos bailarines
Uno de los tantos bailarines que desfilaron

“Estamos representando un baile de carnaval después de una pandemia... en 1919. Hoy lo más importante es que estamos aquí, a mucha gente le gustaría y no pudo”, dijo, emocionado.

Con una crisis sanitaria agudizada por retrasos en la vacunación, más de 660.000 personas murieron de COVID-19 en Brasil, una cifra superada solo por Estados Unidos.

Artistas de la escuela de
Artistas de la escuela de samba Imperatriz Leopoldinense desfilan en una carroza durante las celebraciones del Carnaval

Fueron “dos años de mucha oscuridad en el mundo, cada uno mirando para si mismo”. Esta noche “tenemos la posibilidad de mostrar que somos felices incluso con todos los problemas”, dijo Latino Suárez, de 45 años.

“Brasil sin carnaval no es Brasil”, sentenció.

Miembros de la escuela de
Miembros de la escuela de samba Salguero actúan durante la primera noche de desfiles

George Floyd y ‘Fora Bolsonaro’

Las 12 ‘escolas’ de samba que compiten en el Sambódromo durante dos noches cuentan cada una su “enredo”, una historia rica en referencias históricas y culturales ensayada previamente durante meses.

Y este año la lucha antirracista, muy presente en el mundo de la samba, de origen popular y anclada en las favelas, regresó con fuerza.

El enredo “Resistencia” de la escuela Salgueiro estuvo inspirado en las protestas antirracistas ocurridas tras la muerte del estadounidense George Floyd y el movimiento Black Lives Matter.

Una bailarina en la primera
Una bailarina en la primera noche de carnaval
El colorido del carnaval de
El colorido del carnaval de Río

Las carrozas se engalanaron con referencias a las religiones afrobrasileñas y unos puños gigantes invitaron a la “Resistencia”. Un obelisco con la inscripción “Racismo” fue derribado, desatando aplausos del público.

En las gradas, se desplegó alguna que otra pancarta que rezaba “Fora Bolsonaro” en alusión al presidente, que en octubre buscará la reelección.

La escuela de samba Viradouro
La escuela de samba Viradouro

“Con el gobierno de Jair Bolsonaro, el racismo es más humillante porque viene de arriba”, dijo Claudia Nascimento, una cajera de 43 años, de Salgueiro.

Los errores e incidentes menores tampoco pasaron desapercibidos. En el caso de Viradouro, uno de los bailarines principales perdió un zapato en el peor momento: este quedó tirado en medio de la pasarela mientras el jurado evaluaba la actuación de su propietario.

La cantante brasileña Alcione se
La cantante brasileña Alcione se presenta durante el desfile de la escuela de samba Estacao Primeira de Mangueira

Accidente mortal

Este año, estas asociaciones con décadas de historia recuperaron parte del financiamiento público que el anterior alcalde de Rio, el evangélico Marcelo Crivella (2017-2020), suprimió al rechazar esta fiesta popular.

Pero el sector privado financia la mayor parte de los desfiles, cuyas carrozas y vestimentas alcanzan sumas de varios cientos de miles de dólares.

La seguridad, cuyas fallas provocaron varios accidentes en el pasado, también está en la mira, después de que una niña de 11 años falleciera este viernes tras ser aplastada la noche del miércoles por una carroza a la salida del Sambódromo.

Miembros de la escuela de
Miembros de la escuela de samba Salguero
Una artista de la escuela
Una artista de la escuela de samba Sao Clemente desfila durante las celebraciones del Carnaval en el Sambódromo de Río de Janeiro
Otra bailarina de Sao Clemente
Otra bailarina de Sao Clemente en pleno desfile
Miembros de Salguero en pleno
Miembros de Salguero en pleno desfile

La alcaldía no autorizó este año los desfiles callejeros que se organizan normalmente en paralelo y sumen a la ‘Cidade Maravilhosa’ en el éxtasis musical, pero algunos “blocos” de menor porte realizaron sus cortejos, rechazando posponer la fiesta un minuto más.

El carnaval trajo también un alivio para sectores económicos afectados por la pandemia, como el hotelero, con una ocupación en torno del 78%, aunque con una caída de extranjeros (14% de los asistentes, frente a 23% en 2020).

(Texto por Eugenia LOGIURATTO y Anna PELEGRI - AFP // Fotos: AFP y AP)

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