Durante muchos años, los habitantes del próspero poblado de Chochem, en la Renancia alemana, vivían sin saber que estaban encima de una mina de oro.
De hecho, durante la Guerra Fría, el Banco Central alemán almacenó casi 15.000 millones de marcos en billetes en un refugio nuclear de 1.500 metros cuadrados debajo de la ciudad.
El dinero, un secreto de estado bien guardado, tenía el nombre cifrado de “BBKII” y era para ser usado en caso que Alemania enfrentara un ataque a su sistema monetario.
Después de la Guerra Fría, el búnker pasó a manos del banco de una cooperativa regional y luego un fondo inmobiliario. En 2016, fue adquirido por la pareja alemana Manfred y Petra Reuter, quienes lo convirtieron en museo.
Hoy día, con los temores de un conflicto nuclear por la invasión rusa de Ucrania, hay un renovado interés en el búnker.
“Muchas personas que conocemos han dicho que tenemos un refugio seguro y han preguntado si habría lugar para ellos en caso de emergencia”, comentó Petra Reuter.
En visitas al sitio, “naturalmente preguntan sobre la situación actual”, que parece “un salto de 60 años atrás en el tiempo”, indicó. “Los temores son los mismos”.
Por dentro, tras una pesada puerta de hierro, largos corredores conducen a las cámaras de descontaminación y oficinas equipadas con máquinas de escribir y teléfonos analógicos.
El principal cuarto consiste en 12 jaulas donde, por casi 25 años, unas 18.300 cajas con millones de billetes de 10, 20, 50 y 100 marcos estaban almacenados hasta el techo.
Cientos de camiones
Por el lado del frente, los billetes son casi idénticos a los marcos alemanes que circulaban entonces, pero por el dorso son muy diferentes.
Desde 1964, esos billetes fueron llevados al búnker por camiones a lo largo de unos 10 años sin que nadie sospechara nada, ni siquiera la policía secreta Stasi, de Alemania Oriental.
Al búnker se accedía por un pasaje secreto desde un centro de entrenamiento y desarrollo para empleados del Bundesbank en una zona residencial de la ciudad.
Cochem, a unos 100 km de la frontera con Bélgica y Luxemburgo, fue escogida por estar lejos de la antigua Cortina de Hierro.
“Los habitantes de la comunidad se sorprendieron al descubrir este tesoro que estuvo oculto tanto tiempo cerca de sus casas”, comentó Wolfgang Lambertz, un ex alcalde de la localidad de unos 5.000 pobladores.
Además de los 15.000 millones de marcos almacenados en el búnker, también había casi 11.000 millones de marcos en la moneda alternativa en los cofres del banco central de Fráncfort.
El total sumaba alrededor de 25.000 millones de marcos, más o menos el equivalente al total de dinero circulante en la economía alemana en 1963.
Operación Bernhard
Al crear esos billetes para hacerle frente a un ataque hipotético, las autoridades alemanas siguieron una lección histórica.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis lanzaron la “Operación Bernhard”, en la cual prisioneros en campos de concentración debieron manufacturar libras esterlinas falsas con la intención de inundar la economía de Inglaterra.
“La explicación más plausible probablemente fue el temor de que el dinero falso fuera ingresado de contrabando de la Cortina de Hierro para dañar la economía de Alemania Occidental”, según Bernd Kaltenhaueser, presidente la oficina regional del Bundesbank.
Pero crear hoy día una moneda de respaldo “no tendría sentido porque hay menos dinero falso en circulación y hay menos pagos en efectivo”, según Kaltenhaueser.
En la década de 1980, con el declive de la Guerra Fría y la evolución tecnológica, se decidió que la moneda de respaldo no cumplía más con los requerimientos alemanes de seguridad.
Para 1989, el año que cayó el Muro de Berlín, todas los billetes fueron retiradas del búnker, triturados y quemados.
(© Agence France-Presse)
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