Cientos de manifestantes fueron detenidos este miércoles en Moscú y San Petersburgo, después de que el preso político Alexei Navalny llamara a los rusos a protestar contra la invasión a Ucrania por parte del régimen de Vladimir Putin.
En San Petersburgo, ciudad natal de Putin, la policía dispersó violentamente a los manifestantes y detuvo a un centenar de personas, según un periodista de la agencia AFP presente en el lugar.
En Moscú, las fuerzas del orden cerraron la Plaza Roja, cerca del Kremlin, y detuvieron al menos a siete personas que se congregaron, mientras los altavoces advertían a la gente de que no se reuniera.
Las manifestaciones del miércoles se produjeron horas después de que Navalny convocara concentraciones diarias contra el asalto militar a Ucrania, afirmando que Rusia no debe ser una “nación de cobardes asustados” y calificando a Putin de “pequeño zar loco”.
En Moscú, una mujer vestida con un abrigo rojo gritó “¡No a la guerra!” antes de ser arrastrada por la policía a un furgón, según un periodista de la AFP.
“Me duele ver lo que está pasando y no hacer nada”, dijo a la AFP un hombre de unos 50 años, antes de ser detenido con su hijo, de 17 años.
“No podía quedarme en casa. Hay que detener esta guerra”, declaró a la AFP el estudiante Anton Kislov, de 21 años, en San Petersburgo.
El grupo de monitoreo independiente OVD-Info dijo que más de 7.000 personas en total en Rusia habían sido detenidas en las manifestaciones por la invasión de Moscú a Ucrania que comenzaron el jueves pasado.
Navalny, de 45 años, lideró las mayores protestas en Rusia contra Putin en los últimos años y fue blanco de un ataque de envenenamiento que achaca al Kremlin en 2020. Ahora cumple una condena en prisión por antiguos cargos de fraude en las afueras de Moscú.
(Con información de AFP)
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