No se trata de la nueva ambición de Elon Musk, aunque podría serlo. En esta ocasión el proyecto del futuro surge de la cabeza del inversor multi-millonario Marc Lore y del renombrado arquitecto Bjarke Ingels junto a su equipo en el estudio BIG.
El objetivo es ambicioso: quieren crear una ciudad de cero, en medio del desierto, donde básicamente estarán formando un nuevo mundo. No se trata solo de un nuevo lugar, sino de cambiar el estilo de vida. Y hasta tiene un nombre, la ciudad se llamaría Telosa.
Hacia el oeste de los Estados Unidos han identificado el terreno. Más de 150 mil acres en los que calculan que en los próximos cinco años pueden vivir un millón de personas, y en los próximos 40 años 5 millones de personas. Esto le daría una densidad similar a la que hoy tienen ciudades como San Francisco.
El diseño está armado y presentado. Sumamente futurista, la idea es que a quienes vivan allí todo les quede cerca. Vivir, trabajar, estudiar, divertirse. Todo en un radio acotado como para que trasladarse no sea un problema. Pero esto no es lo novedoso, ya que existe en varias ciudades. Lo fundamental de Telosa es que las personas vivirían en contacto con la naturaleza, en un ambiente de energía renovable, con foco en la seguridad y el acceso a la educación de calidad.
Pero en Telosa, además de cambiar la arquitectura, quieren cambiar el sistema de gobierno. En el proyecto de promoción destacan los gobiernos actuales tienen una falta de transparencia en cómo manejan el dinero de los impuestos, derivando en fraudes y desperdicio de recursos. El planteo de Telosa es que sea una comunidad abierta, donde las ideas y las opiniones de todos sean escuchadas, justa, con acceso a oportunidades para todos, e inclusiva, donde todas las voces son escuchadas.
Además, quieren una ciudad en la que todo sea sustentable. El agua (que tanto escasea en el desierto y genera muchos dolores de cabeza para ciudades como Las Vegas), sería almacenada, filtrada y reusada en la misma ciudad. Las fuentes de energía que pretenden usar serían todas renovables. Los autos, exclusivamente eléctricos y autónomos, para que no contaminen.
En este nuevo mundo que plantean, además, todas las reuniones de gobierno y las decisiones financieras se tomarían en reuniones abiertas y el cuidado del medioambiente sería siempre una prioridad. La ciudad ofrecería entrenamiento constante a los residentes para que puedan acceder siempre a mejores trabajos, y se comprometen a que cada estudiante tenga acceso a educación de calidad. A esto le llaman equitism, una suerte de concepto de equidad en el acceso, lo que los diferencia del socialismo. No pretenden para todos lo mismo, ni desincentivar lo individual, sino que todos tengan acceso.
“Tenemos la posibilidad de probar un nuevo modelo de sociedad que ofrece a las personas una calidad de vida más alta y mejores oportunidades. El concepto de equitism puede servir de base para otras ciudades, y para el mundo. Telosa puede ser el orgullo de todos los que vivan allí”, declaraba Lore.
Una suerte de compañía sería dueña de las tierras, que quieren que sean donadas por el gobierno de los Estados Unidos. Basados en la renta que pagarían quienes vivan allí, se usaría ese dinero para proveer servicios de seguridad, educación, vivienda para los que menos tienen, salud y entrenamiento laboral.
¿Tentado a probar este nuevo estilo de vida? Calculan que los primeros residentes podrían estar mudándose para el 2030.
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