“Vamos a hacer todo lo posible, todo lo que podamos para ofrecer una evacuación segura a nuestros aliados y socios afganos, así como a los afganos que puedan ser perseguidos por su relación con Estados Unidos”, declaró este viernes el presidente Joe Biden en una rueda de prensa desde la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense consideró que la evacuación desde Kabul es “una de las más grandes y más difíciles de la historia” ante el caos en el aeropuerto de la capital afgana, desde donde miles de personas intentan salir del país tras la llegada de los talibanes al poder. También informó que Estados Unidos tiene en Afganistán casi 6 mil soldados en tierra.
Biden hizo estas declaraciones mientras continúan las evacuaciones de estadounidenses y de sus aliados de Afganistán, de donde EEUU ha sacado hasta ahora a unas 13.000 personas desde el 14 de agosto.
“Tenemos un misión increíblemente difícil que cumplir, es una de las evacuaciones más grandes y difíciles de la historia”, reconoció el mandatario, quien estuvo acompañado en la conferencia de prensa por su vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken.
Biden resaltó el “enorme” desafío logístico y aseguró que las fuerzas de EEUU sacarán de Afganistán a todos los estadounidenses que quieran regresar a casa.
En este sentido, el mandatario ha reiterado que Estados Unidos “mantiene su compromiso” con los afganos, donde ha incluido a los ciudadanos vulnerables, las mujeres con proyección pública y los periodistas y ha remarcado que Washington movilizará “cualquier recurso necesario” para lograrlo.
El jefe de Estado, que ha indicado que Washington ha hecho un “progreso significativo” en las operaciones de evacuación, ha detallado que “miles de personas más” serán evacuadas en vuelos chárter puestos en marcha por el Gobierno y ha puntualizado que en los mismos viajarán ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes, solicitantes de visados y afganos que han trabajado junto a los estadounidenses.
También insistió en la necesidad de concentrar la presión internacional sobre los talibanes respecto al trato que dan a los afganos, y en concreto a las mujeres y niñas, ante la inquietud generada por la llegada de los fundamentalistas al poder.
EEUU inició la retirada de sus tropas de Afganistán en mayo pero se ha visto obligado a acelerar la evacuación de los estadounidenses que quedan en Afganistán y de sus aliados tras el rápido avance de los talibanes, que el pasado domingo tomaron Kabul y controlan casi todo el país tras la huida del hasta ahora presidente afgano, Ashraf Ghani.
Además, EEUU ha tenido que mandar refuerzos militares para garantizar la seguridad del aeropuerto, después de la caída de la capital en manos de los insurgentes.
(Con información de EFE)
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