Los incendios en Europa provocados por la ola de calor continúan en distintos países del continente, entre ellos Grecia y Portugal, donde los bomberos locales luchan para apagar las llamas que arrasaron con grandes cantidades de bosques y vegetación.
La lucha por extinguir el gran fuego declarado el lunes en Vilia, un municipio situado a unos 50 kilómetros al noroeste de Atenas, continúa y durante la madrugada fueron evacuadas preventivamente cinco aldeas y quedaron destruidos algunos edificios aislados.
Actualmente tres de los cinco asentamientos ya no están en peligro pero sus habitantes tienen que permanecer alejados dado que sus viviendas están en una zona de denso humo.
Por ahora no hay una imagen clara de cuántos edificios fueron alcanzados por las llamas, puesto que se trata de viviendas aisladas. En todo caso, sus residentes habían sido evacuados preventivamente.
Según informaron los bomberos, el cambio constante del viento está complicando las tareas de extinción, que se desarrollan principalmente desde el aire debido a que los focos de las llamas están en medio de un bosque denso en una zona montañosa. En tierra los efectivos se centran en intentar crear un perímetro en las áreas a las que tiene acceso.
El área total afectada abarca un perímetro de unos veinte kilómetros y se calcula que hasta el momento han sido arrasadas unas 10.000 hectáreas.
Actualmente hay sobre el terreno 427 bomberos, con 149 medios terrestres y diez medios aéreos, cinco helicópteros y cinco hidroaviones, además del apoyo de unidades del ejército heleno.
Por otro lado, más de 670 bomberos, apoyados por 234 vehículos de extinción terrestre y al menos un medio aéreo, luchan por controlar las llamas declaradas el miércoles en el municipio de Odemira, en el sur de Portugal.
El incendio, que afecta a una zona de matorral pero también a masa forestal principalmente de pinos, alcornoques y eucaliptos, comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y se ha extendido ya hacia el sur, entrando en el vecino municipio de Monchique.
La prioridad ahora es evitar que sus dos frentes sigan descendiendo y se vea afectado también el término municipal de Silves, más al sur.
Responsables de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) han explicado a medios locales que, además de las elevadas temperaturas y el viento, complican los trabajos la propia topografía de la zona, montañosa y plagada de recovecos de difícil acceso, aunque por el momento la situación evoluciona de forma favorable.
Como precaución, el miércoles 17 personas fueron evacuadas de sus casas de forma preventiva, en tanto que se contaron dos heridos, uno leve -bombero- y un civil con quemaduras de consideración que fue trasladado a un hospital, aunque durante la última noche la situación ha sido mucho más tranquila, sin evacuaciones ni heridos.
(Con información de EFE)
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