Dylan inició a trabajar en el semáforo cercano a metro Zapata desde marzo de 2020, la pandemia por Covid-19 le arrebató su estabilidad económica, 15 meses después, se ha vuelto su principal fuente de ingresos. Daniela, de 18 años, y Aldo, de 21 años, son estudiantes, trabajan en el semáforo contrario a Dylan, sobre Avenida Félix Cuevas, sus ingresos los destinan a la compra de vestuario y el pago de sus estudios.
El Cyr Wheel, que son acrobacias en un aro de acero, Dylan las vio por primera vez en Internet, la práctica constante lo hicieron llegar a circos y ser conocido a nivel internacional desde hace ocho años.
Venado Azul es un grupo creado para hacer arte comunitario, su finalidad es “compartir la belleza de México en las calles”, dijo Aldo a Infobae México.
“Nos cambió la vida a muchísimos, no sobrevive el más fuerte, sino el que se adapta”, dijo Dylan a Infobae México. De martes a domingo llega en punto de las 10 hrs para dar inicio a su jornada laboral que concluye a las 18 hrs., asegura que todavía hay mucha gente que aprecia el arte y lo han apoyado de manera económica, con alimento, vestimenta o incluso botellas de agua, gestos que recibe con total gratitud.
Cerca de tres años han bailado en semáforos, sus ingresos al día son de aproximadamente 200 pesos cada uno. Tras la llegada del Covid-19, sus ingresos económicos comenzaron a verse afectados, así que el aumento de horas laborales se hizo presente pasando de seis a diez horas al día.
“Cuando llega la pandemia cambias la estrategia, ahora que ha pasado un año, me acoplé al nuevo presupuesto con muchas limitaciones. Ahora que estamos en semáforo verde, la demanda está muy pobre y más para nuestro medio artístico”, explicó Dylan a Infobae México.
Para Dylan, un empleo con contrato ya no es opción, ha recibido una oferta laboral, notando lo afectados que están los circos, ya que el ingreso obtenido en los semáforos supera el salario ofrecido.
Venado Azul está conformado por seis artistas, de los cuales un hombre y tres mujeres salen a semáforos de la alcaldía Tlalpan, Benito Juárez y Coyoacán para llevar el folklore al público que, incluso, por temas económicos no tienen la posibilidad de ingresar a presentaciones en teatros.
“Hice el sueño realidad, llevo en escena 12 años, cuando el cuerpo cobre factura me llevaré logros. Es para lo que pisé este planeta, pase lo que pase, vale la pena lo que estoy haciendo”, aseguró Dylan a Infobae México.
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