El Reino Unido registró durante esta madrugada 22,9 grados bajo cero en áreas de Escocia, su temperatura más baja en más de 25 años, según indicó este jueves la Oficina Meteorológica británica.
La llamada Met Office señaló hoy que se ha tratado de la noche más fría desde 1995 y ha emitido alertas “amarillas” por nieve y hielo en amplias zonas de la región, en las que el transporte se ha visto afectado, y que mantendrá vigentes, en principio, hasta el mediodía de mañana, viernes.
En concreto, el termómetro cayó hasta los -22,9 grados centígrados en la localidad de Braemar, en el condado escocés de Aberdeenshire (centro de Escocia).
Según los expertos meteorólogos de este país, la última vez que se llegó a temperaturas por debajo de los 20 grados bajo cero fue el 23 de diciembre de 2010.
Estas gélidas condiciones climáticas están ocasionando alteraciones en los servicios ferroviarios escoceses, según alertó hoy ScotRail.
La organización británica de beneficencia Centrepoint que ayuda a jóvenes sin hogar ha urgido a la ciudadanía a ponerse en contacto con ellos si ven por la calle a personas que necesitan ayuda, al tiempo que ha instado a los británicos a ofrecerles una bebida caliente, comida, mantas o ropa.
El servicio sanitario público -NHS- indicó hoy que pese a las duras condiciones meteorológicas, muchos centros de vacunación del país continúan abiertos, aunque muchas citas serán reprogramadas.
Mapa de la localidad de Braemar, en el condado escocés de Aberdeenshire, donde el termómetro bajó a 22,9 grados bajo cero:
El coronavirus en Reino Unido
El consejero científico del Gobierno británico, Patrick Vallance, alertó este miércoles de que se está monitorizando la aparición de una mutación en la variante del coronavirus predominante en el Reino Unido similar a la que se ha extendido en Sudáfrica, que puede restar efectividad a las vacunas.
Al haber adquirido la mutación conocida como E484K, “es algo más probable que (el virus) se muestre un poco distinto ante el sistema inmune, por lo que debemos vigilarlo”, afirmó Vallance en una rueda de prensa.
“No es sorprendente que esto haya ocurrido. Pasará lo mismo en el resto de lugares”, auguró el consejero científico, que resaltó la importancia de minimizar el número de contagios para reducir al mismo el tiempo las posibilidades de que aparezcan nuevas mutaciones peligrosas.
La agencia de salud pública inglesa (PHE) ha confirmado hasta ahora 21 casos de esa mutación a partir de la variante del virus B117, que se considera más contagiosa que la versión original del SARS-CoV-2 y se detectó por primera vez en el sureste del país el pasado septiembre.
(Con información de EFE)
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